Mientras, Mónica ha comenzado a excavar la parte todavía cubierta del muro norte, para dejar el lienzo completo visible y visitable. Probablemente siga apareciendo en este sector el basurero que comenzamos a excavar en 2012. A los arqueólogos, todo hay que decirlo, nos encanta la basura antigua, ya que proporciona una imagen fiel de la comida y de muchos aspectos de la vida diaria de las poblaciones antiguas. Más o menos como hoy en día, cuando se dice que estudiar la basura de una familia es una excelente forma de conocer sus hábitos alimentarios y de consumo, su nivel de vida y sus gustos…
01.-Hemos reemprendido los trabajos en el sector norte del yacimiento, para terminar de despejar la muralla por esa cara. Mónica, Andrés –un excelente colaborador que nos ha enviado el amigo Andrés Adroher- , junto con Manuel y Rafael, han retirado la capa superficial y de
02. Diego ha apostado a que no seríamos capaces de publicar su pose de sílfide encima del muro UC1002. Pues aquí la tienes, Diego. En realidad nuestro topógrafo es un trabajador incansable que además está siempre está de buen humor. Y si tenemos en cuenta que a las alturas de esta foto llevaba casi seis horas trabajando duro bajo un sol de más de cuarenta grados (al sol), y que esas piedras abrasaban, vemos que la muestra de pose profesional tiene su mérito.
03.- En efecto, aquí tenemos a Diego jugándose el tipo tomando fotos para su restitución fotogramétrica posterior empleando software especializado.
04. Fernando patea incansable los distintos sectores de la excavación, atento a todos los hallazgos y a todos los problemas… pero también se ha buscado una excelente oficina a la sombrita, donde se refugia de vez en cuando para planificar, hablar por teléfono, estudiar los planos y enfrascarse en las mil tareas que exige el desarrollo del trabajo de campo.
05.- Lucía por las tardes trabaja sobre los metales al aire libre y con mascarilla, ya que aunque no tenemos un laboratorio completo sobre el terreno, sí procuramos tratar y proteger los materiales delicados según aparecen. El torno exige, a falta de campana, trabajar con la mejor ventilación.
06.- Eduardo y Luisa trabajan en la gran habitación rectangular delimitada por grandes muros de adobe que hemos denominado provisionalmente ‘estancia B’. Es la demostración evidente de que el interior del recinto no era un basamento macizo, ni una torre como las atalayas medievales, sino un espacio de hábitat con diferentes habitaciones. Aparentemente se distingue poco, pero un ojo entrenado reconocerá enseguida, a derecha e izquierda, los muros de adobe, degradados pero muy bien conservados para lo que es habitual.
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