martes, 5 de julio de 2016

CERRO DE LA MERCED 2016: la aventura de la investigación continúa



Un viejo dicho de los arqueólogos reza ‘por cada día de excavación en el campo hacen falta tres días de trabajo en el laboratorio, el gabinete y la biblioteca’. Y así es.
Durante cuatro años, entre 2012 y 2016, hemos venido desarrollando excavaciones en el Cerro de la Merced, entre cuatro y siete semanas de trabajo cada año. Y hemos revolucionado lo que sabíamos sobre el supuesto recinto-torre ibérico. 
Ahora sabemos de un primitivo asentamiento de la Edad del Bronce, muy anterior a los restos visibles. Y de la existencia de un gran monumento ibérico, quizá de carácter conmemorativo, anterior también al recinto hoy excavado, y que hemos detectado por los restos de relieves y sillares tallados reutilizados en el complejo fortificado. 
Sabemos también que la ‘torre’ ibérica no es tal, sino un complejo arquitectónico de gran empaque, aterrazado, con muros ciclópeos de cuatro metros de altura en origen y otros tantos de espesor en el recinto alto e interior, y otro también ciclópeo exterior y más bajo, comunicados ambos mediante una escalinata de piedra monumental. 
Pero con todo lo que hemos conocido, queda mucho por hacer. Este año toca trabajo de gabinete: dibujo, fotografía, mediciones, análisis… a lo largo de este mes os iremos contando cosas sobre nuestro trabajo ‘de interior’ en Cabra, tan importante como el de los años anteriores.

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El equipo del Cerro de la Merced en 2016: de izquierda a derecha, Andrés, Lola, Guadalupe, Carolina, Fernando, Mónica, Eduardo y Antonio. Faltan Antonia y Alba, que se incorporarán estos días que vienen.