FOTO 01.- Como todos los días, y tras un breve descanso, dedicamos casi cuatro horas durante la tarde a trabajos ”de laboratorio”. Hoy hemos puesto a Ega, nuestra mascota, a dibujar cerámica, aunque parece tener algunas dificultades con el calibre, que es un instrumento básico para tomar dimensiones. El dibujo arqueológico es ante todo un trabajo técnico que cualquiera puede llegar a dominar, aunque lógicamente tener cierto ‘ojo’ y dotes artísticas ayuda, y mucho. Con un fragmento de cerámica como el de la foto, una vez dibujado, podemos saber el diámetro de su boca, muchas veces la capacidad en litros. Y el análisis de la sección y el perfil, mediante proyecciones geométricas, nos proporciona el ‘tipo’. Algún día hablaremos de la cerámica como ‘fósil director’ en Arqueología.
FOTO 02.- En el sector occidental, probablemente va a ser necesario desmontar y volver a montar el muro UC (Unidad constructiva) 5002. Por ahora reforzamos los puntales y confiamos en que no llueva.. Así que hemos numerado cada bloque mediante un sistema reversible, por si acabara cediendo, y en todo caso para poder reconstruirlo idéntico cuando decidamos restaurarlo. Algunas de sus piedras, sin embargo, ya cayeron de antiguo, como la que aparece volcada a la derecha en primer plano. Luego el hueco fue ocupado por sedimentos y piedras menores.
FOTO 03.- Hoy nos ha visitado Manuel González Lama, que ya subió el año pasado y nos narró sus experiencias como excursionista y joven entusiasta de la antigüedad. Los detalles que nos cuenta ayudan a comprender mejor el expolio que ha sufrido el Cerro de la Merced en distintos momentos, y que ahora nos complica mucho la existencia, para qué negarlo…
FOTO 04.- En la foto aparecen algunos de los elementos de trabajo básicos en el campo: la plancheta con las fichas normalizadas donde se va anotando el curso del trabajo, las características de las Unidades Estratigráficas, etc.). Cada encargado de sector (Eduardo, Antonio y Merce) tiene un juego de fichas bastante complejas que rellenar y mantener al día, además de muchas otras tareas. Detrás, la tradicional bolsa resistente de plástico permite recoger la cerámica que aparece en cada UE, rotulada con una serie de códigos para que nada se mezcle o se pierda.
FOTO 05.- La construcción de la pasarela prosigue a buen ritmo, y los pequeños orificios practicados para cimentar los pilares son estériles, esto es, no hay nada de cerámica o de otros restos arqueológicos en la parte baja de la ladera. Por ahora, es lo previsto, aunque en Arqueología siempre hay sorpresas, de modo que seguimos con atención cada golpe de barrena o pico que se da en estos trabajos.
FOTO 06.- Los derrumbes de la parte alta de los muros del recinto, en sillarejo (DRAE: “Piedra labrada de una construcción, especialmente la que no atraviesa todo el grueso del muro y no tiene sino un paramento o dos cuando más”) son como siempre abundantes y de formas variadas, al igual que los mampuestos interiores de los muros (DRAE: ” Piedra sin labrar que se puede colocar en obra con la mano”). Pero si ayer anunciábamos una sorpresa, hoy tenemos otra, un bloque tallado complejo con esquinas parcialmente biseladas (‘matadas’ en oblícuo). Si la gola de ayer podría remitir a un mundo ibérico antiguo, mucho más que el propio recinto en que pudo reutilizarse (aunque hay otras posibilidades), este otro bloque parece