Como todos los años, son muchas las personas a las que es un placer agradecer el esfuerzo que hacen para que nuestro trabajo se haya desarrollado en las mejores condiciones. Desde el Ayuntamiento en pleno, comenzando por su Alcalde Fernando Priego , y por Javier Ariza, impulsor del proyecto, y hasta el personal del hotel Fuente las Piedras, bajo la dirección de Francisco Gutiérrez. Y en medio, tantas personas: Antonio Espinar, del Jardinito; el personal de Obras en el Ayuntamiento; la Unidad del CNP agregada a la Junta de Andalucía y la Guardia Civil, de cuya vigilancia a lo largo del año depende la protección del yacimiento… Intentar una enumeración precisa sería sin duda caer en algún olvido injusto.
Todos los que han ido apareciendo –fotografiados o citados- en estas páginas a lo largo de los últimos tres años cuentan con nuestro afecto y nuestra gratitud, como también todos los amigos que nos han seguido a través del blog y de Facebook, cuyas observaciones y felicitaciones nos animan a tratar de divulgar cada vez mejor, incluso cuando la investigación apremia y apenas deja tiempo para nada.
Nos acordamos por fin afectuosamente de todos los amigos que nos han visitado durante toda la excavación. Y de todos aquellos que participaron en ella en otras campañas –peones, voluntarios y técnicos- y que por diversas razones no han podido colaborar con nosotros este año. Alguno, incluso, ha venido a vernos. Pero nos acordamos de todos…
01.-Apenas está amaneciendo y ya estamos en el trabajo. A esta primer ahora, antes de que salga el sol inclemente, los colores de los estratos en los perfiles se ven mejor, y las figuras acurrucadas en primer plano –Mercedes y Cristóbal- se afanan en repasar el perfil estratigráfico que dibujaron ayer. Son las siete y media de la mañana. La mejor hora!
02.-También a primera hora es buen momento para fotografiar con la escalera en zonas que en unos minutos estarán a contraluz. En este caso, en primer plano, todo el pedregal no es sino el relleno de casi cuatro metros de grosor de la muralla del recinto principal, en su lado oeste. El jalón en primer plano mide tres metros de longitud.
03.-Tras estas tareas, viene la labor de protección. Manuel y Paco Cañete comienzan la labor de apuntalar los muros de la estancia ‘B’. El de la derecha está sólido y vertical, pero el de la izquierda está algo vencido, aunque sujeto por raíces. Por precaución, lo entibamos con solidez. Lo mismo haremos en otros puntos del yacimiento.
04.-En otros sectores los cortes se cubren con fibra geotextil, que además de impedir o limitar el crecimiento de vegetación sirve de delimitador para tierra o sacos que pueden colocarse encima, y que se retirarán en la campaña siguiente. Aquí tenemos a Lucía,Tamara y Luisa preparando una de las capas que se van a colocar en uno de los cortes.
05.- Otra de las tareas, la más dura del día y en la que se han distinguido todos, pero especialmente Rafa (en la foto) y Esteban, ha sido rellenar y colocar sacos terreros para fijar las cubiertas de los muros y restos que hay que proteger de la lluvia y los elementos, sobre todo en otoño e invierno. Es un trabajo ingrato y duro, pero esencial.
06.- Finalmente, además de las advertencias fijadas en los accesos a la excavación, hemos vallado el perímetro de la zona más delicada o incluso peligrosa para quienes, inadvertidamente, puedan lesionarse seriamente en alguna de las múltiples conejeras, hoyos, desniveles y otras posibles fuentes de accidentes. Antonio, un excelente trabajador, está fijando la ferralla.
08.- Retirada. Agotada, Lucía desciende por la espléndida escalera-pasarela, que pronto ampliaremos, y que tanto facilita la subida al cerro. Las preceptivas advertencias indican claramente que todavía el yacimiento no está abierto al público, y que es peligroso.
09.- Y cuando ya nos íbamos, ha aparecido, juvenil pese a sus más de ochenta años, una de las visitas habituales que habíamos echado en kfalta este año: Julián García, acompañado por uno de sus hijos, José García. Lo malo es que todo lo interesante estaba ya cubierto, pero al menos el ritual se ha cumplido, y el año que viene volveremos a vernos en la cima.
10.- Ega ha estado poco presente este año, camuflado en las múltiples madrigueras del Cerro, pero ha salido para despedirse.