lunes, 24 de septiembre de 2012

Lunes, 24 de Septiembre. Nubarrones a la vista



Se avecinan nubarrones negros a la excavación. Y lo decimos literalmente. La mayoría de  los pronósticos indican lluvias intensas o muy intensas y prolongadas para la segunda parte de esta semana. Y eso es algo muy malo, sobre todo si se produce justo al final de una campaña de excavación. Una tormenta intensa pero breve, vale. Un calabobos, molesto pero se puede asumir. Pero días seguidos de lluvia intensa pueden ser muy dañinos. Por un lado, porque convierten el yacimiento en un cenagal, en el que es imposible excavar: la limpieza de los cortes es esencial, y simplemente no se ve nada. Además, los perfiles pueden desmoronarse. Para colmo, si las lluvias continuas se producen  al final de la excavación, que es cuando se realizan la mayoría de los trabajos de limpieza, fotogrametría, dibujo y demás,  pues es un problema. Estamos tomando las medidas razonables para proteger las estructuras excavadas, pero el final de la excavación puede complicarse. Veremos.... ¿pasaremos del calor tórrido directamente al diluvio? Solo pedimos cuatro días de tiempo razonable de comienzos de otoño. Todos miramos al cielo rogando que no llueva, sólo estos días.... Esto parece Semana Santa.

1.- El sábado, aunque no trabajamos en el campo, sino en el laboratorio, tuvimos el placer de acompañar a un grupo de nuevos amigos. Muchos les conoceréis, ya que forman parte del Consistorio como concejales: Miguel Güeto, Antonio Caballero y Manuel Alguacil, a quienes acompañaba una vez más el infatigable responsable del Area de Cultura, Javier Ariza, quien a estas alturas es ya un experto en el yacimiento. Miguel subió además acompañado de su hermano y sobrinos, visitantes llegados por unos días de tierras catalanas. Todos quedaron impresionados por la magnitud que va tomando el recinto fortificado y el avance sostenido del trabajo. Como veis, el Ayuntamiento en pleno va subiendo al Cerro cuando lo permiten sus obligaciones, y eso es algo de lo que estamos muy orgullosos porque demuestra la implicación colectiva de Cabra en el proyecto.

2.- Laura y Tamara, arqueólogas y voluntarias egabrenses “siglando” el material. Al comienzo del blog os comentábamos que a veces hay que comprar cosas peculiares, como laca de uñas. Hoy os contamos que se trata de un producto inocuo para los materiales cerámicos, barato y práctico, que sirve para aplicar una leve película de apenas unos milímetros de largo en un lugar discreto de cada fragmento, sobre la que se escribe con un finísimo rotulador la ‘sigla’, un código que indica la procedencia exacta de la pieza, y a partir del cual cada tiesto de cerámica queda identificado por una suerte de DNI que nos informa, a nosotros, al Museo y a los arqueólogos del futuro, de la Unidad Estratigráfica de la que procede, el día en que se extrajo, etc.

3.- Vamos preparando el fin de la campaña. Alejandro va llenando de tierra sacos que, junto con grandes lonas de fibra geotextil, protegerán lugares delicados de la excavación hasta la reanudación de los trabajos de campo el año que viene. Sin embargo, no paramos la investigación, que ahora, durante el Curso Académico y el otoño.invierno, se desplaza a la Biblioteca y al laboratorio. Hay mucho por hacer.

4.-Mónica prepara los datos necesarios para tomar una foto de un gran derrumbe de un muro de adobes en el interior del recinto. Calculando su inclinación podemos saber desde dónde cayó la pared, y con el número de hiladas y su grosor es posible estimar su altura original.

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