01.- Hoy hemos recibido la visita de quien ha sido
probablemente el principal impulsor de nuestros trabajos desde su puesto
decisivo en la anterior corporación municipal, Javier Ariza (segundo por la
izquierda). Ha venido acompañado de su hijo, a quien hemos visto crecer año a
año desde 2012; de Manuel González Lamas, viejo conocedor del
yacimiento y visitante habitual; y de
Antonio Roldán García, Cronista Oficial de Cabra.
02.- En el sector de Mónica, la escalinata acaba en una
plataforma enlosada que parece ahora meterse bajo el muro sur del recinto
exterior (¿una vieja entrada amortizada?).
03.- Además, al oeste de los escalones surge una esquina de
zócalo de sillares rellena aparentemente de cascajo. No nos ha quedado más
remedio que ampliar hacia el oeste, y parece que se trata de un afloramiento de
roca casi plana forrada de esos sillares y rellena, casi como una plataforma…
04.-Apenas amanece… mirando hacia el Este, en la dirección
de Santa Rita y el paso a Carcabuey-Priego.
05.- Hemos tenido que proteger una de las numerosas y
profundas oquedades que salpican el yacimiento, pare evitar que alguien se
parta una pierna… Y claro, Ega no podía
menos que curiosear...
06.- La estancia A, la más septentrional del recinto, mirando hacia el Este. En primer término un
nuevo zócalo, mucho más arrasado, parece cerrar el conjunto. Todavía queda
bastante derrumbe que retirar.
07.- Uno de nuestros voluntarios, David, procura extraer
adobes enteros del derrumbe de la estancia ‘D’. Los módulos y proporciones son
importantes.
08.- Un momento cotidiano
petrificado tras más de dos mil años… Cuando este adobe se estaba secando,
todavía húmedo y en estado plástico, en el secadero del taller, uno o dos animales distintos pasearon
por encima y dejaron su impronta. Rafael Martínez ya tiene las fotos de detalle
para tratar de identificar las especies
09.- Hace verdadero calor. Jesús está trabajando duro y es
el momento de hidratarse… el conocido ‘moreno Agromán’ empieza a hacer
estragos.
10.- Bajo el sol de la terrible estepa egabrense… la carpa
móvil se convierte en un bienvenido refugio
para el trabajo a la una y media de la tarde, cuando la sensación
térmica supera ampliamente los cuarenta grados (y eso por no hablar de los
peores días, cuando la temperatura real supera los cuarenta).
11.- No es una revolución, aunque lo parezca… De izquierda a
derecha, Francisco Javier, Adrian, Paco y Luis (además del amigo Cañete, que no
sale en la foto) se han pegado una verdadera paliza en la ampliación del sector
sureste.
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