miércoles, 11 de septiembre de 2013

Día 11 de Septiembre.- Os presentamos a ‘Ega’…


FOTO 01.- Hoy ha comenzado la colocación de la rampa de acceso al yacimiento, para facilitar en el futuro las visitas. Hacemos un seguimiento detallado del trabajo, aunque afortunadamente se ha realizado la planificación de manera que no ha sido necesario cortar ni un árbol o arbusto grande. La rampa es además muy poco invasiva, pese a la elevada pendiente del cerro. Gracias a Raúl Granados y Javier Muñoz, arquitectos a cargo del proyecto. 
FOTO 02.- Os presentamos a la mascota de la excavación, que se nos apareció durante la Feria y que ‘adoptamos’ de inmediato. Os sonará de la película Ice Age, pero ahora se ha pasado a la arqueología…  Se llama Ega, y junto con su compañero Brense ya son como de la familia. Aquí aparece excavando un fragmento de lebrillo ibérico. Detrás se adivina una etiqueta pegada a la pared de la excavación (‘perfil’) con el número de la Unidad Estratigráfica correspondiente, en este caso una Unidad Sedimentaria (vulgo, tierra acumulada). La Unidad Estratigráfica es la unidad básica de información en la excavación, y corresponde al resultado de una acción humana específica (cavar un hoyo, o rellenarlo, o levantar un muro), o a una sedimentación natural.
FOTO 03.-Hoy es el cumpleaños de Luisa, nuestra dibujante (con cara de felicidad en el centro, sentada). Los años…  no se saben!  (o sí?)Además de nuestros regalos, ha recibido desde su casa en Madrid un espectacular ramo de flores y una caja llena de regalos de su familia. A nosotros nos ha tocado regalarle… un calibre para dibujar más y mejor! Nuestros amables anfitriones en el hotel Fuente las Piedras han completado la pequeña fiesta invitándonos a una botella de cava que, tras el polvo y el calor de la mañana, nos ha sentado especialmente bien. Muchas felicidades de nuevo, Luisa, y que sigas tan encantadora como siempre!

FOTO04.- Os presento a Salvador y a Jorge (además antiguo alumno mío en un curso de especialización), dos de los voluntarios nuevos de este año, y ya perfectamente integrados en el equipo. Aquí los tenemos, cansados pero satisfechos, durante  la pausa del bocadillo.

FOTO05.- Tras las labores de dibujo por fotogrametría, a media mañana hemos comenzado el duro trabajo de levantar el gran derrumbe de sillares y sillarejo, con la sorpresa de que ha aparecido un gran bloque bien tallado, aunque de mala piedra, con una cornisa de gola que resulta cuanto menos sorprendente en este contexto. Veremos…  En todo caso, el equipo que trabaja en el muro meridional posa orgulloso, con Antonio Moreno en el centro, sosteniendo las eternas fichas de ‘unidades estratigráficas’.

Día 10 de Septiembre.- Feria y Trabajo


FOTO 01.- Os comentábamos el otro día la aparición de un gran sillar de esquina del recinto principal. Aquí lo tenéis, in situ, con sólo una hilada, la inferior, conservada. Ya disponemos de los ángulos noroeste y suroeste, lo que –como ya comentábamos- es muy útil para mediciones. Pero lo nuevo es que ya parece claro que en un momento dado alguien destruyó el recinto, concentrándose precisamente en las esquinas, las partes más resistentes de un muro. Más aún, mientras que en las zonas centrales de cada muralla las piedras caídas aparecen justo al pie del muro (como se ve en otra de las fotos de hoy), las de las esquinas no están… como si alguien se hubiera encargado de alejarlas para impedir la fácil reconstrucción del recinto.

FOTO 02.- El trabajo duro no está reñido con la diversión. Durante el fin de semana el equipo (es decir, todos aquellos que no tenían otros trabajos que llevar adelante, como Fernando, Eduardo o Alicia) ha disfrutado a fondo la feria de Cabra. El año pasado, de las ‘forasteras’ sólo Luisa se vistió de gitana (además, es medio andaluza). Pues este año también se ha animado Merce. Aquí las tenemos a las dos con Mónica, que seguro se anima el año que viene.

FOTO 03.- La noche del viernes, tras asistir al recital de poesía, cuatro miembros (jamás diremos ‘miembras’, como no diremos ‘ciclistos’ o ‘periodistos’) del equipo se apuntaron (¡y ya son ganas tras diez horas de trabajo!) a la yinkana o gymkhana nocturna. Aquí vemos a Tamara, egabrense de pro y plano en mano, dirigiendo el grupo formado además por Luisa (que asombró por su excelente forma física), Mercedes y Alicia.

FOTO 04.- En el sector sur, tras retirar un primer derrumbe- comparativamente reciente- de piedras pequeñas (US4006), y una capa de tierra interpuesta (US4006 y 4009), hemos llegado al derrumbe principal de sillarejo (US 4008) que coronaba el gran zócalo de piedras ciclópeas. No parece claro que sobre este alzado de sillarejo hubiera una parte de alzado sustancial en barro (adobe o tapial), que no se documenta con claridad en los derrumbes. El material ibérico oscila de nuevo entre el s. II y el I a.C. En este sector apenas ha aparecido material medieval, salvo en las capas más superficiales donde salen tejas del tipo y barro que en el Cerro de la Cruz se datan en época emiral.

FOTO 05.- Tamara y Luisa espléndidas en sus trajes de gitana. Hasta dedicaron una canción a las ‘buscadoras de dinosaurios’ (sic!).

FOTO 06.- En el sector occidental el cuadro se complica para Eduardo. Parce que el recinto hacia el oeste se limita por un abancalamiento en rampa, hecho con sillarejo del muro y un relleno de piedras irregulares (a la izquierda), que explica la peculiar topografía de esta parte de la cima, situación que no se repite delante de ningún otro lienzo del recinto superior. La fecha de este aterrazamiento, provisionalmente, parece post-medieval.

FOTO 07.- Justo a la izquierda de la foto se aprecia el relleno en rampa. El muro de contención propiamente dicho, muy mal trabado, ha cedido en la mayoría del sector aunque se conservan algunos metros en la parte central.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Día 6 de Septiembre.- Cabra en Feria… y el trabajo prosigue.

Cabra está en plenas fiestas, pero eso no frena nuestro trabajo, concentrado hoy sobre todo en el muro sur, que va surgiendo de la tierra a un ritmo sorprendente. Es un murallón imponente, que junto con los ya excavados  define un recinto –no una simple ‘torre’ que sin duda merecerá la visita cuando se restaure y acondicione. 

FOTO 1. Cabra está en plena Feria. Esta foto del Cerro desde ‘los Pelaos’ nos lo recuerda.  Para los que no son de Cabra pero quieran visitar alguna vez el cerro, recordamos  que los contundentes platos de esta casa son de parada  obligada en la gastronomía de la Subbética. Mejor al bajar que antes de subir!
FOTO 2. En el sector occidental, Fernando, Alicia y Mónica han estado trabajando en el dibujo del muro y sobre todo de el hueco que se abre en su parte central, hoy relleno de tierra, y que muestra claros indicios de haber sido derribado artificialmente. Es un trabajo lento paro que enseña mucho al ‘leer’ las paredes de tierra.
FOTO 3. David Ortega y Oscar Sánchez ‘Castañero’ posan orgullosos, y a petición propia, delante de la muralla meridional del recinto interior, que están excavando con entusiasmo . En pocos días se han adaptado al trabajo arqueológico, que realizan, como todos sus demás compañeros, con cuidado y eficacia.
FOTO 4. En la zona oeste ha sido otro día de trabajo oscuro pero necesario, limpiando y descubriendo el gran terraplén que aparece debajo del recinto interior, de compleja interpretación.  Mariano y Jorge, entre otros, han trabajado sin quejarse todo el día en esta labor bastante ingrata. Al menos estaban a la sombra!
FOTO 5. Al final de la jornada matutina, Pedro Sánchez, ‘Tiri’ da instrucciones a sus compañeros sobre las herramientas. No se puede negar que tiene presencia! 

jueves, 5 de septiembre de 2013

Día 5.- Alta tecnología, pico y escoba.


Hoy ha sido uno de esos días en que se combinan la alta tecnología y los medios más tradicionales. Al final de la jornada de ayer, dejamos limpio y barrido todo el derrumbe del lienzo meridional del recinto interior, el mejor conservado. A primera hora, hemos fotografiado el derrumbe, con el fotógrafo encaramado sobre una pila de sacos de tierra colocados sobre una carretilla, y con prisas porque el sol naciente se metía en el objetivo de la cámara. Inmediatamente después Diego, nuestro topógrafo, que entre tanto montaba sus antenas receptoras de GPS y demás tecnología de la estación total, nos llenaba el corte de pegatinas que sirven de referencia para la restitución fotogramétrica , una técnica basada en la corrección por ordenador de las distorsiones producidas por la fotografía vertical, y que permite realizar planos arqueológicos con una rapidez inusitada, aunque luego es siempre necesaria una revisión manual.

Al tiempo, la tradicional técnica de pico, pala y palustrillo nos ha proporcionado un dato que buscábamos ya desde el año pasado: una segunda esquina definitiva del recinto cuadrangular, en este caso la suroriental, que añadimos a la noroccidental excavada el año pasado. De ese modo, sabemos ya con precisión que el muro oeste media 1901 cm. en su base, de norte a sur. Ahora podemos proyectar un cuadrado teórico y predecir donde estarían las otras dos esquinas del cuadrado si éste fuera perfecto. Podemos adelantar que probablemente no lo es, con una variación inferior al 3%.



FOTO 1. Ordenadores en el campo. Diego, a la derecha, realiza cálculos trigonométricos en cuclillas delante de la pantalla, mientras que Fernando analiza sobre planos las distorsiones que plantea en los planos y dimensiones el ligerísimo talud de los muros de perímetro del recinto fortificado. Esta pequeña sombra nos sirve de oficina, almacén de material y, a la hora del bocadillo, comedor.

 FOTO 2. El derrumbe preparado para fotogrametría. A continuación se ha retirado la primera capa de piedras pequeñas, de caída relativamente reciente (arriba, junto a la muralla), y luego la capa de tierra que cubre el derrumbe principal, el de sillarejo originalmente asentado sobre la parte alta del zócalo ciclópeo.

 FOTO 3. En la zona occidental el muro tiene ya un aspecto imponente, tanto como el norte que ya era visible al principio. Pedro , un excelente trabajador que se ha incorporado este año, y Antonia Merino, una voluntaria ya veterana que está estudiando también la arquitectura de Torreparedones (Baena), trabajan ampliando el sector para facilitar la vista desde un punto más bajo de la ladera, por donde eventualmente circularán las visitas.

FOTO 4. De izquierda a derecha, Mónica Camacho, Laura Toro y Tamara Carvajal trabajan en uno de los puntos críticos de estos primeros días, la localización de la esquina sureste de la fortificación, en posición original indudable, lo que nos permitirá abordar estudios de dimensiones, planificación original y modulación arquitectónica más precisos. Al fondo, Luisa y Merce toman cotas (la posición en altura sobre el nivel del mar y profundidad relativa bajo la superficie entre los elementos del yacimiento) con un nivel óptico.

FOTO 5.- La cima del Cerro de la Merced desde el noreste a la hora del bocadillo. Si os fijáis, entre la antena de la estación GPS profesional y un árbol justo a la izquierda, se amontonan en la escasa sombra parte de los miembros del equipo.







 

Dia 4 de Septiembre.- Proteger y restaurar.

Una de las tareas importantes del trabajo de campo es prevenir la degradación de los restos que salen a la luz, y prever los futuros trabajos de restauración, y eso se hace al tiempo que avanza la excavación.

Foto 1.- Los bloques de piedra procedentes del derrumbe de la muralla se clasifican y ordenan a pie de excavación, buscando que no estorben los trabajos, pero  disponiendo las piezas de forma que faciliten la futura tarea de arquitectos y restauradores. Aquí, por ejemplo, se ordenan los bloques de cara exterior, tallados y con forma.

Foto 2.-Uno d e los muros que excavamos la campaña anterior, muy mal construido, está peligrosamente vencido hacia el sur. Además de documentar gráficamente ambas caras con cuidado (mediante fotos y dibujos a escala), y aunque probablemente sea necesario desmontarlo por completo para reconstruirlo, hemos decidido  entibarlo.

Foto 3.- Bajo la supervisión de Alicia, nuestra restauradora, se han colocado una serie de tablones y puntales cortados a medida para sujetar el conjunto del muro. Unas piezas de espuma de alta densidad protegerán la piedra y ayudarán a sujetar el conjunto.

Foto 4.-Paco y Bobis han realizado un excelente trabajo de carpintería de campo. El resultado es limpio e incluso elegante, aunque sea provisional.

Foto 5.- En el sector meridional, se ha retirado la acumulación de sedimentos que cubre el derrumbe de la muralla. Hay una sucesión de piedras de diferentes tamaños, separadas por capas de tierra, que testifica una historia compleja de destrucción y derrumbe con al menos cuatro fases separadas en el tiempo. Mañana procederemos a hacer una fotogrametría para realizar un plano detallado del derrumbe antes de retirarlo.

Foto 6.- Hoy es un día grande en Cabral el de ‘la bajá’ de la Virgen de la Sierra. Desde lo alto de la atalaya que es el Cerro de la Merced, mirando carretera arriba hacia ‘Los Pelaos’, hemos visto la procesión constante de autobuses que trasladan a los fieles de la fiesta.

Foto 7.- Hemos comenzado también la tarea tediosa pero importante de retirar el sedimento superficial en parte del interior del recinto, como pase previa para el  estudio  de las estructuras conservadas. Aquí, entre otros, Jorge Gómez y Eugenio Arroyo, en primer plano, han realizado un gran trabajo bajo el sol bajo la dirección de ‘Merce’ (Mercedes Lanz, nuestra entusiasta y eficaz arqueóloga y topógrafa). 

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Día 3 de Septiembre.- Velocidad de crucero


Han pasado solo dos días y parece que llevamos meses. Incluso en el hotel Fuente las Piedras, nuestro alojamiento, donde nos tratan de maravilla, nos comentan que parece que fue ayer cuando estábamos, hace un año, en plena faena. La verdad es que el equipo funciona como una máquina compleja pero bien engrasada, y ya estamos trabajando a ‘velocidad de crucero’ en todas las complejas fases del desarrollo de una excavación. Incluso ya hemos tenido nuestra primera sorpresitas en el campo.

Foto 1.- Este año, y gracias a las esforzadas gestiones del Ayuntamiento de Cabra,  el equipo se ha reforzado sustancialmente, doblando el número de trabajadores y el de voluntarios. Ya los iremos presentando. Aquí estamos casi todos, en la sagrada pausa matinal del bocadillo de las once de la mañana, de buen ánimo.

 
Foto 2.- Una de las primeras tareas de ayer y de hoy ha sido desplazar y clasificar un gran número de bloques de piedra, algunos enormes, extraídos el año pasado de los niveles de derrumbe del recinto interior. La idea es, por supuesto, que eventualmente se podrán restaurar partes del mismo. Es imposible –o imposiblemente caro- subir maquinaria adecuada a la cima del cerro, de modo que es la masa muscular (reforzada este año con más incorporaciones) la que se encarga de stos traslados, con cuidado de no dañar personas o cosas. Bobis, en primer plano y calculando las distancias y obstáculos, es uno de los entusiastas peones del año pasado, ya un veterano.

 

Foto 3. Este año la tarea más importante y  llamativa es la excavación del muro meridional del recinto interior, que parece estar en excelente estado de conservación. Con ello habremos despejado los tres lados mejor conservados del gran cuadrado de fortificación ciclópea. El sol, ya inmisericorde desde primeras horas, alumbra el rápido avance del trabajo. Se ha retirado una capa superficial, resto de la actuación de excavadores clandestinos antiguos,   y la tierra del antiguo nivel de superficie. Ya aparecen los bloques del derrumbe del muro, lentos y costosos de excavar. El bidón de agua en primer plano (que por cierto debiera estar a la sombra, ya desaparecido el tradicional botijo que aguantaba lo que fuera), y los instrumentos de topografía al fondo, son acompañantes inseparables de los trabajos de campo.

martes, 3 de septiembre de 2013

Primer día de trabajo en el Cerro de la Merced en 2013

Quedan por delante cuatro semanas de esfuerzo intenso, incluso agotador para todos, con días de más de diez horas de trabajo de campo y gabinete, que sin embargo abordamos con enorme ilusión. En este tiempo procuraremos iros informando puntualmente de lo que vamos haciendo, tanto en la faceta más puramente arqueológica como en los momentos de descanso, que son también necesarios.
 

 

Figura 1. La fuerza de la Naturaleza es increíble. Cuando a fines de Septiembre del año pasado concluimos la primera campaña de excavaciones, la superficie de la cima del cerro estaba completamente limpia de matorrales y herbáceas. Un años después, hace menos de una semana, la vegetación había vuelto a crecer con fuerza renovada. Es como si la naturaleza nos estuviera diciendo ‘aquí no ha pasado nada’.

 
Figura 2:   Pero un  espacio de excavación arqueológica es en cierto modo como un campo de intervención quirúrgica. Para evitar contaminaciones, el terreno debe estar escrupulosamente limpio, ‘barriendo el campo, en el sentido más literal de la palabra. Además, para que los arqueólogos puedan operar sobre el terreno, deben mantener el espacio lo más despejado posible, evitando la acumulación de tierra y polvo que oscurezca el espacio operatorio, tanto en los sondeos como en el entrono inmediato. Por eso, lo primero que hemos hecho ha sido retirar toda la vegetación arbustiva que había crecido en el año transcurrido desde la primera campaña. Esta es una vista d ela misma zona de la cima del cerro, recién despejada para reiniciar los trabajos. Puntualmente, y a primera hora d ela mañana, hemos recibido la visita preceptiva del Inspector designado por la Junta de Andalucía para realizar el seguimiento de los trabajos, D. Alejandro Ibáñez Castro, amigo ya de hace muchos años que aparece a la derecha junto con quien esto escribe. Precisamente hoy hemos empezado a trabajar en este muro meridional del recinto interior del yacimiento.

 


Figura 3. Una excavación bien llevada exige la colaboración de muchos especialistas bien formados. Aunque por su aspecto algo ‘asilvestrado’ en la foto pudiera parecer otra cosa, nuestro querido amigo Diego Gaspar, en el centro, es un avezado topógrafo, cuyo concurso es fundamental para la correcta documentación de los trabajos. A su izquierda tenemos a Antonio Moreno, Subdirector de la excavación y veteranísimo arqueólogo de campo. A la derecha, el Dr. Eduardo Kavanagh, que lleva el control de uno de los sectores críticos de la excavación.

 


Figura 4. El “sermón de la montaña”. Tenemos por costumbre comenzar las campañas de excavación con una pequeña explicación a quienes se incorporan con escasa o nula experiencia previa, (algunos de los voluntarios y peones) para que todos tengamos claro que no estamos sacando piedras viejas  ni buscando tesoros, sino intentando entender cómo vivían allí hace mil, dos mil y tres mil años seres humanos como nosotros, con similares alegrías y angustias, y con experiencias vitales que sólo la Arqueología puede permitirnos vislumbrar. Al tiempo, aprovechamos para explicar las técnicas básicas del trabajo de campo, para que desde el principio todos los ‘nuevos’ se sientan integrados en el equipo y cómodos ante una tarea que al principio puede intimidar un poco.