01.- “Acto de recepción de los nuevos trabajadores…” Fernando aburre a los más veteranos con su
tradicional discurso sobre ‘la tarta de varios pisos’ que hay que comerse en orden‘, ‘el libro
cuyas páginas se destruyen al ir leyéndolas’, y ‘el suelo es como el campo
operatorio de una intervención quirúrgica’. Con todo, son analogías que
funcionan. Como lo de ‘no tirar colillas ni papeles de chicle’. Queda dicho.
02.-Primera tarea. Para abrir boca, limpieza del sector
norte del yacimiento, que este año no hemos tocado y en el que la naturaleza
vuelve a rebrotar con todo su esplendor. Hay que dejar el ‘campo quirúrgico’
limpio para la fotografía aérea.
03.- En el sector sureste exterior, dos de las piedras
visibles en esta foto que mira hacia el sur, hacia el exterior del recinto,
parece que nos han solucionado un problema estratigráfico….
04.- Aunque parece un canalón de desagüe, este canal tallado
en bloques de piedra no tiene apenas pendiente y sobre todo no tiene salida por
ninguno de los extremos. ¿se trataría más bien de un elemento de cerramiento?.
Tampoco puede funcionar como puerta de batientes o corredera.
05.- Antonio, en actitud augusta, expone sus deseos a David, con la seguridad que da la veteranía
(y esto último no es broma). A la izquierda hemos hecho un favor a la dueña del
brazo al omitir esa parte de la foto.
06.- Eduardo y Antonio examinan un microsondeo a nivel del
suelo en el acceso a la estancia B. los peores temores se confirman: los
diversos saqueos han llegado en extensión al nivel de suelo de las estancias, y
abarcan desde época medieval hasta casi la actualidad pasando por el s.
XVII. De hecho, hay más y mejor material
en los niveles de derrumbe del piso superior que en el suelo de las
habitaciones, suelo por demás muy destruido y quizás robado de sus lajas de
piedra.
07.- El casco es de rigor en los trabajos al pie de los
muros. En estos casos a veces, cuando no hay máquinas ni picos cerca, eximimos
del uso del chaleco reflectante si el sol pasa de los 40º.
08.- Eduardo sigue rascándose la cabeza ante los no-suelos
de la estancia A y la F, delante. Si hubo robo de lajas, fue muy exhaustivo.
Pero no hay duda de que este es el nivel de uso de época ibérica.
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