jueves, 21 de julio de 2016

20 de Julio. EGA ha reaparecido!!


Seguro que nos echabais de menos, pero es que el ritmo de trabajo es agobiante. La máxima prioridad la tiene el dibujo de materiales (cerámica, metales…). Y en eso tiene un mérito enorme el equipo de dibujo a tiempo completo, formado por Guadalupe y Lola. A Lola ya la conocemos desde hace… bueno, unos cuantos años, y siempre es un privilegio trabajar con ella. Pero Guadalupe se ha incorporado este año (foto 1) ¡ y es un fichaje excepcional.!...

 En la foto 2 tenéis uno de los dibujos de cerámica. Primero busc
amos en las bolsas de su Unidad Estratigráfica todos los fragmentos que pueden pertenecer al mismo vaso. Luego se buscan piezas en las UEs adyacentes. Luego se pegan provisionalmente las piezas que casan y se calcula si es factible restaurarla. Luego se dibuja a escala 1:1, lo que nos permite saber el tamaño, forma exacta e incluso calcular la capacidad del recipiente. Luego se digitaliza para montar las láminas de la futura publicación.
 
 
 

 Carolina (foto 3) ha sido otro de los grandes fichajes. Está haciendo con nosotros su Trabajo de Fin de Máster, y estas semanas se ha encargado de cuestiones de informatización de material. Un trabajo pesado de miles de fichas, pero indispensables. Carolina se ha tenido que ir, pero la echamos mucho de menos.

 Y a quien seguro que todos recordáis es a Ega, gemelo de Brense, nuestra mascota y compañero de fatigas. Aquí está, ayudando con los platitos rituales del posible santuario.

Estudios geológicos y de vegetación


FOTO 1.- Al tiempo que trabajamos en el laboratorio, sigue el trabajo en el campo.
Por un lado, Francisco García Montoya, nuestro botánico, sigue trabajando sobre la vegetación del Cerro de la Merced.
Por otro, Fernando Perez Valera y Jose Antonio Lozano, geólogos de la Universidad de Alicante y de Granada, han estado en el yacimiento para realizar un doble estudio: uno destinado a identificar y caracterizar la piedra empleada en la constru...cción del recinto y del monumento, y otro de materiales constructivos de cara a la restauración y puesta en valor.
Ha subido también Alba Menéndez, nuestra última y bienvenida incorporación al equipo.



FOTO 2.-Analizando los bloques empleados en la muralla. Esta piedra, en particular, es distinta al resto.

FOTO 3.- Para el análisis de muestras.

DIBUJANDO... El ritmo de dibujo es espléndido…


Somos noticia en Diario Córdoba

Investigadores analizan las piezas halladas en el Cerro de la Merced

jueves, 7 de julio de 2016

¿Cómo clasificamos el material?


 
Decíamos ayer que para controlar el contexto de los materiales excavados –cerámica sobre todo, pero también huesos, metales, muestras de tierra o de revoco etc.- se agrupan juntos en bolsas o cajas, ya en el yacimiento, todos los fragmentos que proceden de una misma ‘Unidad Estratigráfica’ (o UE).

La UE es la unidad mínima de información estratigráfica en un yacimiento, resultado de una acción humana o del paso del tiempo. Por ejemplo, la zanja de cimentación de un muro, el enlucido de una pared, un pavimento, pero también el relleno de un pozo, o la tierra y escombros depositados  por un derrumbe, etc. 

Una UE que resulta de un trabajo de construcción humana es una Unidad Constructiva (UC); una resultado de una excavación (el hoyo propiamente dicho, no su relleno) es una Unidad Negativa (UN); el relleno de un hoyo, o una capa de tierra depositada por el paso de los siglos o la acción humana para rellenar el terreno es una Unidad Sedimentaria (US).

En el Cerro de la Merced la unidad básica de excavación y documentación es la Unidad Estratigráfica, que puede ser muy grande o muy pequeña, que puede ser extraída (el sedimento que cubre una habitación) o conservada en el lugar (un muro).

Cada pieza individual tiene una ‘sigla’ o clasificación que tiene este aspecto: CM15/1184/235/21-07-2015/5690.

Donde  CM15 significa el yacimiento (Cerro de la Merced) y el año de campaña (2015).

1184 es la Unidad Estratigráfica sedimentaria (una Base de Datos informática recoge los datos de cada UE.)

235 es el número de bolsa en que se recogió el material en el campo. Los números de bolsas nunca se repiten, de modo que se puede controlar que no falte nada. Logicamente, una UE grande puede tener varias bolsas distintas, incluso con material excavado en diferentes días.

21-07-2015… bueno, no creo que haga falta explicar eso…

5690: Cada objeto tiene un número de inventario (ya llevamos muchos miles) que lo individualiza dentro de su UE.

 En el laboratorio tenemos un sistema de bases de Datos relacional (varios ficheros enlazados entre sí) a esos tres niveles: Unidad Estratigráfica, bolsa de material (para inventario) y objeto individual.

FOTO:
Aquí tenemos un fragmento de cerámica decorada ibérica que quedó atrapado en un derrumbe, y un trozo de barro del revoco de la pared en cuya superficie  quedó impregnada la impronta de la pintura del vaso cerámico. Si os fijáis, en un lado del pegote de barro se ve su número individual: 3545.

miércoles, 6 de julio de 2016

6 de Julio 2016. Ordenando el material.


Decía Max Mallowan, el marido arqueólogo de Agatha Christie, que ‘uno nunca tiene
suficientes mesas’ en el trabajo de gabinete arqueológico. Y es la pura verdad. En realidad, uno
nunca tiene suficiente espacio de trabajo, en general.
Por eso estamos especialmente agradecidos al Ayuntamiento de Cabra, que año tras año nos
proporciona unos locales excelentes (incluso tenemos aire acondicionado!!!!!!!!!!!) para
trabajar.
Lo primero es traer del Museo las cajas que contienen el material, sobre todo fragmentos de
cerámica, que durante el año están depositados en el Museo de Cabra. Hay decenas de miles
de fragmentos , lavados o limpiados, restaurados y almacenados cuidadosamente en bolsas y
cajas numeradas de acuerdo a criterios muy precisos.
Aquí tenéis, listas para su estudio, parte de las cajas de material del Cerro de la Merced.
¿Cómo sabemos de dónde viene cada fragmento de cerámica así almacenado? Es sencillo y
complicado a la vez. Pero en la Arqueología el contexto lo es todo, saber de dónde viene cada
cosa en relación con las demás, y con el lugar dónde estuvieron depositadas, es lo que nos
permite reconstruir la vida del pasado. Por ello son tan dañinas y destructivas las excavaciones
clandestinas, que extraen los objetos de su contexto (y de paso lo destruyen al escarbar a lo
bestia) .
Mañana os explicamos la forma en que se cataloga el material para no perder su contexo.

martes, 5 de julio de 2016

CERRO DE LA MERCED 2016: la aventura de la investigación continúa



Un viejo dicho de los arqueólogos reza ‘por cada día de excavación en el campo hacen falta tres días de trabajo en el laboratorio, el gabinete y la biblioteca’. Y así es.
Durante cuatro años, entre 2012 y 2016, hemos venido desarrollando excavaciones en el Cerro de la Merced, entre cuatro y siete semanas de trabajo cada año. Y hemos revolucionado lo que sabíamos sobre el supuesto recinto-torre ibérico. 
Ahora sabemos de un primitivo asentamiento de la Edad del Bronce, muy anterior a los restos visibles. Y de la existencia de un gran monumento ibérico, quizá de carácter conmemorativo, anterior también al recinto hoy excavado, y que hemos detectado por los restos de relieves y sillares tallados reutilizados en el complejo fortificado. 
Sabemos también que la ‘torre’ ibérica no es tal, sino un complejo arquitectónico de gran empaque, aterrazado, con muros ciclópeos de cuatro metros de altura en origen y otros tantos de espesor en el recinto alto e interior, y otro también ciclópeo exterior y más bajo, comunicados ambos mediante una escalinata de piedra monumental. 
Pero con todo lo que hemos conocido, queda mucho por hacer. Este año toca trabajo de gabinete: dibujo, fotografía, mediciones, análisis… a lo largo de este mes os iremos contando cosas sobre nuestro trabajo ‘de interior’ en Cabra, tan importante como el de los años anteriores.

FOTO
El equipo del Cerro de la Merced en 2016: de izquierda a derecha, Andrés, Lola, Guadalupe, Carolina, Fernando, Mónica, Eduardo y Antonio. Faltan Antonia y Alba, que se incorporarán estos días que vienen.