A menudo una excavación ofrece la impresión de desorden: capazos, escardillas, carretillas, tierra excavada, pisada, barrida, perfiles de tierra, muros entablillados, hormigueo de gente por doquier… Sin embargo, en realidad se trata de la aplicación de un estricto método de trabajo, probado y perfeccionado durante décadas, donde cada trabajador conoce su cometido y sigue un procedimiento preciso que permite el mayor acopio de información, al tiempo que la conservación de los restos materiales de valor arqueológico.
Fig. 1 El “desorden aparente” (ver cuerpo de texto). En la imagen se aprecian las cuatro zonas en las que se trabaja actualmente. En primer plano vemos al equipo de Antonio Moreno, que excava en la zona sur del recinto, un área de complejidad creciente que plantea importantes retos a la hora de interpretarlo. A la izquierda, Luisa y Lucía excavan la denominada “estancia B”, delimitada por muros de piedra y adobe de gran altura conservada. A la derecha, y bajo la carpa, el equipo de Eduardo trabaja en el descubrimiento de dos interesantísimos muros, uno de adobe y otro de piedra, que podrían arrojar luz acerca de la forma de acceso al recinto. Al fondo, bajo un parasol verde, vemos al equipo de Mónica, que trabaja en la interpretación del muro norte del recinto.
Fig. 2 Hoy hemos hallado una pesa de telar, de tipología claramente ibérica, en la zona sur del recinto. Se trata de una pieza de barro sin cocer, con dos agujeros para su suspensión mediante cuerdas. Serviría para estirar, merced a su propio peso, el hilo vertical (urdimbre) de un telar, manteniéndolo vertical y facilitando así el entretejido del lienzo. Esta pieza es un indicio claro de que entre las actividades del recinto figuraba la de la producción textil, y que por tanto se trata de un hábitat complejo, no sólo consagrado a la función militar, como parecen sugerir sus potentes defensas, sino también a otras labores más cotidianas, lo que probablemente implicaría la presencia de mujeres y, quizá, familias enteras, en el lugar.
Fig. 3 La arqueóloga Mónica Camacho trabaja en la esquina noreste del recinto, donde examina la relación entre los dos muros paralelos que conforman la defensa, pues intuimos que el muro que hay más al interior puede ser de una cronología anterior, siendo el externo, por el contrario, un añadido posterior. Para confirmar o desechar esta hipótesis, Mónica, junto con los operarios Manuel y Rafael, perfilan la sección del muro, buscan el paramento exterior del muro primitivo, y definen la relación entre las distintas fases constructivas.
martes, 22 de julio de 2014
viernes, 18 de julio de 2014
DÍA 18 DE JULIO.- Más habitaciones...
01- Ayer recibimos la visita de nuestro amigo David Ortega, que trabajó con nosotros como peón el año pasado, y resultó ser un colaborador eficaz y entusiasta. Se ve que lo echaba de menos, porque a la primera se ha puesto a cargar espuertas.
02.- No estamos intentando montar un mástil y velas para mover el Cerro, al estilo del comienzo de la maravillosa película ‘El Sentido de la Vida’ de Monty Python, que comentábamos el otro día. Se trata de desplegar una gran lona blanca de ocho metros para que el sol no proyecte sombras y cree brillos a la hora de fotografías los restos. Como excavamos en área, a veces hace falta proyectar sombras muy grandes.
03.- Este es el aspecto del sol naciente incidiendo sobre la excavación. Es necesario fotografiar ahora porque vamos a seguir excavando y retirando elementos; pero la luz no es buena.
04.- De este modo se puede conseguir un efecto mucho más matizado, sin contrastes excesivos de sombras.- Uno de los espléndidos muros de adobe que van surgiendo de la excavación. En cuanto a la etiqueta, UC significa ‘Unidad Constructiva’ y el número es la identificación específica de ese paramento (el zócalo de piedra tiene otro identificador, también UC). El número 1 indica que se trata de una estructura dentro del recinto (por tanto podemos tener hasta 999 unidades estratigráficas dentro de él). Los números 2000 se aplican al exterior y al norte; los 3000 al este y así sucesivamente.
06.- Hoy hemos tenido la grata visita de Andrés Adroher, antiguo y gran amigo, especialista en mundo ibérico y profesor de la Universidad de Granada, acompañado de Mercedes. Han visitado el yacimiento, lo han analizado con detalle con nosotros, y se han quedado a comer. Una visita muy agradable, desde luego.
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jueves, 17 de julio de 2014
DÍA 17 DE JULIO.- Uno de esos días transicionales...
Hoy ha sido uno de de esos días transicionales, en el que hemos trabajado muy duro sacando mucha tierra y piedras de las capas superficiales del la parte oriental del recinto interior y en el cráter central creado por los excavadores clandestinos. Pero al tiempo hemos realizado trabajos más precisos en otras partes: Mónica casi ha terminado de excavar la cara completa del muro ciclópeo norte; y queda confirmado que sobre la ruina del muro sur hubo una estructura medieval, con mucha teja.
01.- Una de las primeras cosas que hemos hecho por la mañana ha sido consolidar y engasar con Paraloid, para protegerlo, parte del revoco de uno de los grandes muros de adobe que, al secarse por el calor solar, podía desprenderse. Aquí vemos a Lucía en pleno trabajo.
02.- Hemos recibido la visita de Enrique, autor del blog ‘La Bitácora de Jenri’, uno de los más populares a la hora de difundir los trabajos arqueológicos que se hacen en España y los mayores descubrimientos en el extranjero. Buena parte de nuestro equipo es seguidor de ese blog, y ‘Jenri’ nos ha comentado que la lectura del nuestro le ha impulsado a visitarnos. Hemos compartido un buen rato de charla y se ha ido encantado. Esto prueba que nuestra labor de divulgación va dando sus frutos.
03.- Esta foto con luz rasante muestra la estructura interna de la muralla, con capas de piedras no arrojadas al azar para formar el relleno del muro, sino colocadas con cierta regularidad en capas e hiladas. Se trata de la esquina noroeste del recinto, mirando al norte, donde el muro alcanza los cuatro metros (sic) de espesor.
04.- Por las tardes, gabinete, y hasta buenas horas. Ahora parte del equipo está lavando cerámica y realizando otras tareas. Como en todos los ámbitos de la vida, la informática se impone, y cada equipo tiene su ordenador. De izquierda a derecha, en sentido de las agujas del reloj, todo el mundo trabaja concentrado (¡y no están posando!): Antonia (imágenes); Eduardo y Antonio (control de Unidades Estratigráficas); Tamara -y Luisa, ausente aquí- (dibujo de materiales); Mercedes (control e inventario); y en primer plano Lucía (siglado y restauración). Toda una compleja cadena de operaciones para garantizar el desarrollo adecuado del trabajo.
05.- La superficie (en anchura!) de la muralla sur, mirando hacia el oeste. Sobre ella hay un nivel medieval muy arrasado, con bastantes tejas pero muy poca cerámica.
06.- Hace tanto calor que todos buscan medios de proteger del sol directo la superficie de metal de las carretillas, porque si no, al poco abrasa y quema las manos…
01.- Una de las primeras cosas que hemos hecho por la mañana ha sido consolidar y engasar con Paraloid, para protegerlo, parte del revoco de uno de los grandes muros de adobe que, al secarse por el calor solar, podía desprenderse. Aquí vemos a Lucía en pleno trabajo.
02.- Hemos recibido la visita de Enrique, autor del blog ‘La Bitácora de Jenri’, uno de los más populares a la hora de difundir los trabajos arqueológicos que se hacen en España y los mayores descubrimientos en el extranjero. Buena parte de nuestro equipo es seguidor de ese blog, y ‘Jenri’ nos ha comentado que la lectura del nuestro le ha impulsado a visitarnos. Hemos compartido un buen rato de charla y se ha ido encantado. Esto prueba que nuestra labor de divulgación va dando sus frutos.
04.- Por las tardes, gabinete, y hasta buenas horas. Ahora parte del equipo está lavando cerámica y realizando otras tareas. Como en todos los ámbitos de la vida, la informática se impone, y cada equipo tiene su ordenador. De izquierda a derecha, en sentido de las agujas del reloj, todo el mundo trabaja concentrado (¡y no están posando!): Antonia (imágenes); Eduardo y Antonio (control de Unidades Estratigráficas); Tamara -y Luisa, ausente aquí- (dibujo de materiales); Mercedes (control e inventario); y en primer plano Lucía (siglado y restauración). Toda una compleja cadena de operaciones para garantizar el desarrollo adecuado del trabajo.
05.- La superficie (en anchura!) de la muralla sur, mirando hacia el oeste. Sobre ella hay un nivel medieval muy arrasado, con bastantes tejas pero muy poca cerámica.
06.- Hace tanto calor que todos buscan medios de proteger del sol directo la superficie de metal de las carretillas, porque si no, al poco abrasa y quema las manos…
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miércoles, 16 de julio de 2014
DÍA 16 DE JULIO.- Un día productivo... y complicado
Hemos recibido además la visita de nuestro incondicional Javier Ariza, en este caso acompañado de la Concejala de Auditorio y Fiestas, Maria José Villatorio, el bibliotecario José Pérez y José Luis Salgado. Poco a poco, y contagiados por el entusiasmo de Javier, el Consistorio en pleno, Cronista e intelectuales egabrenses van subiendo al yacimiento… y todos ellos parten encantados, impresionados y convencidos de la importancia y utilidad de los trabajos.
Dice nuestro buen amigo Jose Antonio Morena, de Torreparedones, que hace ‘calorcillo’. Sabemos que en Baena hace incluso más calor que en Cabra, y que allí son muy duros. Pero a nosotros nos parece que hace ‘una caló horrorosa’. Eso no nos detiene, sin embargo, y la estancia B, con su zócalo de piedra tallada, toma un aire espléndido. En la zona sur, sobre el gran zócalo ibérico, se documenta una elevada concentración de teja medieval islámica en un contexto de muros que reutilizan piedras anteriores y quizá un pavimento de baja calidad, muy deteriorado por la erosión. En cambio, prácticamente no sale nada de material cerámico, al contrario de lo que ocurría en la campaña de 2012, y como ocurre en el Cerro de la Cruz, con restos medievales contemporáneos de final de época emiral. En el interior del recinto el panorama, como era de esperar, se complica…
1. El espacio D, a medida que la excavación avanza. El alzado de adobes es espléndido, como el zócalo de piedra tallada. En una de las paredes hemos descubierto una zanda de robo de piedras.
2. Fernando y Enrique Triano comentando el yacimiento. Su experiencia acreditada en el estudio de la flora de la Subbética es una más que bienvenida adición a nuestros trabajos. Luego nos dijo que se quedaba un ratito a comenzar a ver plantas… y se pasó buena parte de la mañana trepando por las laderas del Cerro… un especialista en acción.
3. Seguimos en la zona central del recinto, muy dañada por los clandestinos, en lo que parece un puesto/abrigo de cazadores (al fondo), una especie de sangar (los aficionados a la historia militar británica en la India y Afganistán sabrán a qué nos referimos), junto a la pequeña hoguera que comentábamos ayer.
4. En primer plano, José Pérez con Javier Ariza y Maria Joseé Villatoro y Jose Luis Salgado. El gran sombrero de segador de Antonio (en primer plano) es un objeto envidiado por todos nosotros. Se adapta al calor y al polvo de manera excelente.
6. Mónica y Andrés en un sondeo preliminar al pie del gran zócalo norte, limpiando y adecentando un viejo agujero de la añeja ‘Misión Rescate’.
7. Ha resultado que José Pérez tenía una excelente cámara con zoom óptico muy potente, de modo que nuestra visita ha subido luego por el camino que, al pie del Cerro de Jarcas, lleva hacia el Cortijo de Vargas. Desde allí José y Javier han podido hacer un excelente reportaje fotográfico de la excavación en la distancia. Aquí se ve la cima del cerro desde el Sur.
8. Por la tarde, Javier Ariza ha tenido la amabilidad de venir al gabinete/laboratorio a traernos las fotos, algunas de las cuales son excelentes y nos serán de ayuda. Esta es una vista desde el sureste, en la que un estudiante podrá ver muchas de las tareas de una excavación, y de sus elementos, como por ejemplo la toma de cotas.
martes, 15 de julio de 2014
DÍA 15 DE JULIO.- Hoy hablan las imágenes
Hoy, si os parece, dejaremos que hablen sobre todo las imágenes… por eso ponemos más.
01.-Ahora sí que se ha acabado la tregua de temperaturas… aunque en Cabra no se alcanzan a las sombra los 40 grados o más de Córdoba, en el Guadalquivir, al sol del cerro se superan pero que muy ampliamente. Así que hemos recurrido a una amplia carpa de jardín con patas extensibles, y a dos grandes sombrillas, para protegernos un poco de un sol inclemente, sobre todo a partir de las 1200. En la zona central del recinto interior la carpa parece hecha a medida para el equipo liderado por Eduardo.
02.- Un año más se cumple la tradición, y nuestro amigo Manuel González Lama ha subido a recordar con nosotros viejos tiempos en que subía al Cerro y realizada unas rebuscas que hoy consideraríamos como mínimo ‘muy irregulares’, pero que entonces eran muestra de interés juvenil, en una época menos regulada. Aquí le tenemos con Antonio y Eduardo, los dos encargados de sector.
03.- Las sombrillas están bien… pero obviamente no cubren el conjunto del yacimiento. Aquí tenemos al esforzado Cristóbal limpiando un gran derrumbe que cubre probablemente la cuarta de las estancias rectangulares y paralelas entre sí que estamos documentando este año. Sobre éste parecen apoyarse unos toscos zócalos de muro de época probablemente emiral, ya localizados en otro sector.
04.- La estancia ‘B’ tiene ya un aspecto espectacular, con su zócalo muy cuidado (en zonas, en otras parece que no tanto) y unos magníficos alzados de adobe. Aquí el caso es ya imprescindible. AL fondo, las dos hileras inferiores son de piedra; el alzado es todo de adobes, muy dañados por las madrigueras. Su aspecto original sería próximo al del muro de la derecha.
05.7 El otro día arañas enormes. Ayer un sapo ‘king size’. Hoy, entre los escombros de un derrumbe antiguo, una serpiente ‘escalera’, no venenosa (Rhinechis scalaris). No había huído de la masa de extraños que han ocupado su hábitat quizá porque protegía sus tres huevos, de forma oval., o porque estaba comenzando a poner. Aunque creemos que su puesta suele ser mayor, es lo que había. En todo caso, la hemos recogido, a ella y sus huevos, y los hemos trasladado ladera abajo, a una zona este año muy tranquila. Esperemos que todo vaya bien para la serpiente y su prole. Procuramos no molestar, y desde luego no matamos un solo animal.
06.- Antonio Mendoza y Paco Cañete, justamente orgullosos de su trabajo en la estancia ‘B’… o felices por sombra de la carpa… o ambas cosas!
07.- En una zona muy revuelta ha salido el resto de una pequeña hoguera rodeada de piedras, al abrigo de un pequeño amontonamiento. Creemos que se trata de un pequeño abrigo de cazadores. En todo caso, Lucía está tomando una muestra estéril de los carbones.
01.-Ahora sí que se ha acabado la tregua de temperaturas… aunque en Cabra no se alcanzan a las sombra los 40 grados o más de Córdoba, en el Guadalquivir, al sol del cerro se superan pero que muy ampliamente. Así que hemos recurrido a una amplia carpa de jardín con patas extensibles, y a dos grandes sombrillas, para protegernos un poco de un sol inclemente, sobre todo a partir de las 1200. En la zona central del recinto interior la carpa parece hecha a medida para el equipo liderado por Eduardo.
02.- Un año más se cumple la tradición, y nuestro amigo Manuel González Lama ha subido a recordar con nosotros viejos tiempos en que subía al Cerro y realizada unas rebuscas que hoy consideraríamos como mínimo ‘muy irregulares’, pero que entonces eran muestra de interés juvenil, en una época menos regulada. Aquí le tenemos con Antonio y Eduardo, los dos encargados de sector.
03.- Las sombrillas están bien… pero obviamente no cubren el conjunto del yacimiento. Aquí tenemos al esforzado Cristóbal limpiando un gran derrumbe que cubre probablemente la cuarta de las estancias rectangulares y paralelas entre sí que estamos documentando este año. Sobre éste parecen apoyarse unos toscos zócalos de muro de época probablemente emiral, ya localizados en otro sector.
04.- La estancia ‘B’ tiene ya un aspecto espectacular, con su zócalo muy cuidado (en zonas, en otras parece que no tanto) y unos magníficos alzados de adobe. Aquí el caso es ya imprescindible. AL fondo, las dos hileras inferiores son de piedra; el alzado es todo de adobes, muy dañados por las madrigueras. Su aspecto original sería próximo al del muro de la derecha.
06.- Antonio Mendoza y Paco Cañete, justamente orgullosos de su trabajo en la estancia ‘B’… o felices por sombra de la carpa… o ambas cosas!
07.- En una zona muy revuelta ha salido el resto de una pequeña hoguera rodeada de piedras, al abrigo de un pequeño amontonamiento. Creemos que se trata de un pequeño abrigo de cazadores. En todo caso, Lucía está tomando una muestra estéril de los carbones.
DÍA 14 DE JULIO.- Sapos y princesas.
14 de julio: sapos y princesas.
Estamos confirmando los planteamientos iniciales respecto a la organización interna del recinto. La mitad oriental del interior estaría ocupada por un espacio abierto que daría acceso a cuatro estancias paralelas en el lado occidental, abiertas a este patio. Recientemente hemos podido confirmar que los muros de estas estancias se construyen con zócalos de piedras bien talladas, con forma rectangular (hasta la fecha hemos podido descubrir hasta dos hiladas de piedras). Sobre este zócalo de piedra se asientan alzados de ladrillos de adobe, a veces en sentido transversal y otras en perpendicular al sentido del muro. Sorprende, señaladamente, que la altura conservada de estos muros ya ronda los dos metros, ¡y aún no hemos llegado al nivel de suelo! Este grado de conservación es totalmente excepcional para las construcciones de este periodo, y convierte el yacimiento en un caso excepcional.
En un momento de la mañana, mientras Cristóbal (estudiante de historia y voluntario en esta campaña) excavaba un derrumbe de adobes, oyó un chillido. Se hizo un silencio en la excavación. Cristóbal exclamó: ¡Allí hay algo que chilla! Pronto acudimos todos para descubrir, no sin asombro, un orondo sapo que asomaba entre los adobes. Le hemos desahuciado de su refugio y trasladado fuera del área de excavación donde esperamos pueda rehacerse del susto. Un inconveniente de la excavación son las numerosas madrigueras y huras que recorren todo el yacimiento.
Hoy hemos recibido la amable visita de Javier Ariza (Concejal de Cultura y Patrimonio), que venía acompañado de uno de los cronistas oficiales de Cabra, Antonio Roldán, así como de los amigos Rafael Luna, Manuela Castro y Rafael Muñiz.
Hemos abierto un nuevo sondeo en el lado norte con objeto de descubrir totalmente el paramento de la muralla ibérica, parcialmente excavado ya en 2012. Además, y teniendo el cuenta que en este lugar aparecieron numerosos restos óseos, con este sondeo se pretende indagar en la relación de los habitantes del recinto con la fauna del lugar, lo que, hasta la fecha, está arrojando resultados sorprendentes. Al frente de este sondeo se encuentra la arqueóloga Mónica Camacho.
Fig. 1 La “estancia B” vista desde el este. Se aprecian con claridad los zócalos de piedra bien careada sobre los que asientan los alzados de adobe.
Fig. 2 El sapo hallado durante la mañana (véase cuerpo de texto para explicación).
Fig. 3 La licenciada en Historia del Arte Tamara Carvajal excava el interior de una madriguera, entre un muro de adobe y un derrumbe. Al fondo, el Picacho de la Virgen de la Sierra.
Fig. 4 Un momento de la visita de Javier Ariza, el cronista oficial Antonio Roldán y amigos reconociendo las estructuras del lado sur del recinto.
Estamos confirmando los planteamientos iniciales respecto a la organización interna del recinto. La mitad oriental del interior estaría ocupada por un espacio abierto que daría acceso a cuatro estancias paralelas en el lado occidental, abiertas a este patio. Recientemente hemos podido confirmar que los muros de estas estancias se construyen con zócalos de piedras bien talladas, con forma rectangular (hasta la fecha hemos podido descubrir hasta dos hiladas de piedras). Sobre este zócalo de piedra se asientan alzados de ladrillos de adobe, a veces en sentido transversal y otras en perpendicular al sentido del muro. Sorprende, señaladamente, que la altura conservada de estos muros ya ronda los dos metros, ¡y aún no hemos llegado al nivel de suelo! Este grado de conservación es totalmente excepcional para las construcciones de este periodo, y convierte el yacimiento en un caso excepcional.
En un momento de la mañana, mientras Cristóbal (estudiante de historia y voluntario en esta campaña) excavaba un derrumbe de adobes, oyó un chillido. Se hizo un silencio en la excavación. Cristóbal exclamó: ¡Allí hay algo que chilla! Pronto acudimos todos para descubrir, no sin asombro, un orondo sapo que asomaba entre los adobes. Le hemos desahuciado de su refugio y trasladado fuera del área de excavación donde esperamos pueda rehacerse del susto. Un inconveniente de la excavación son las numerosas madrigueras y huras que recorren todo el yacimiento.
Hoy hemos recibido la amable visita de Javier Ariza (Concejal de Cultura y Patrimonio), que venía acompañado de uno de los cronistas oficiales de Cabra, Antonio Roldán, así como de los amigos Rafael Luna, Manuela Castro y Rafael Muñiz.
Hemos abierto un nuevo sondeo en el lado norte con objeto de descubrir totalmente el paramento de la muralla ibérica, parcialmente excavado ya en 2012. Además, y teniendo el cuenta que en este lugar aparecieron numerosos restos óseos, con este sondeo se pretende indagar en la relación de los habitantes del recinto con la fauna del lugar, lo que, hasta la fecha, está arrojando resultados sorprendentes. Al frente de este sondeo se encuentra la arqueóloga Mónica Camacho.
Fig. 1 La “estancia B” vista desde el este. Se aprecian con claridad los zócalos de piedra bien careada sobre los que asientan los alzados de adobe.
Fig. 2 El sapo hallado durante la mañana (véase cuerpo de texto para explicación).
Fig. 3 La licenciada en Historia del Arte Tamara Carvajal excava el interior de una madriguera, entre un muro de adobe y un derrumbe. Al fondo, el Picacho de la Virgen de la Sierra.
Fig. 4 Un momento de la visita de Javier Ariza, el cronista oficial Antonio Roldán y amigos reconociendo las estructuras del lado sur del recinto.
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viernes, 11 de julio de 2014
DÍA 11 DE JULIO.- Como un tell mesopotámico.
Como un tell mesopotámico
Hoy ha sido un día complejo. Junto con gratas visitas, la habitación que excava Eduardo ha dado su sorpresa del día, en forma de un zócalo de piedra muy elaborado, mientras que Antonio sufría pacientemente descubriendo, poco a poco, el grosor del murallón por su lado occidental. Además, por razones logísticas imprevistas, hoy la hora del bocadillo se ha reducido a una manzana y a un yogur. El equipo en pleno… a dieta sana.
01. Visto desde el este, el interior del recinto recuerda a quienes nos visitan, pelado de vegetación, con sus grandes muros de adobe y sus derrumbes monumentales, el aspecto de una excavación en Oriente, como si estuviéramos en Mesopotamia y las ruinas fueran las de un palacio asirio o una ciudad egipcia… El Cerro de la Merced es para nosotros tan interesante como aquellas ruinas enormes –en las que también Fernando ha excavado- y tan relevante o más, para nuestro pasado, que cualquier resto oriental.
02. Mercedes rebaña su yogur mientras nuestra vieja mascota Ega, a quien muchos añorabais, protege desde las ramas su apreciada bellota, que hoy nos resultaba tentadora…
03. En el basurero que excavan Andrés, Manuel y Rafael bajo la coordinación de Mónica aparece buena cantidad de cerámica in situ.
04. Hoy hemos tenido el placer de contar con la visita de Jose Calvo Poyato, gran escritor y egabrense apasionado, acompañado por Javier Ariza y Jose Luis Osuna, del equipo municipal. Hemos realizado una agradable y completa visita del yacimiento, pese al calor que ya aprieta. Quién sabe, quizá las hipótesis de trabajo –y las especulaciones, que a veces son imprescindibles- que hemos comentado esta mañana podrían servir de inspiración para un apasionante relato de ficción histórica.
05.A última hora de la mañana el sol brilla tan inclemente sobre los adobes del cerro que para fotografiar los restos es necesario emplear a buena parte del equipo que sostiene un toldo improvisado, ya que de lo contrario las imágenes se queman, pese a la eficacia de las modernas cámaras digitales.
06.iEsta es una muestra del aparente caos con el que lidiamos día a día. Una conejera y unas raíces (de derecha a izquierda, en el centro) han roto lo que posiblemente fue un suelo de época tardía (en primer plano), al que corresponde el zócalo tosco que se ve detrás y que reaprovecha viejos bloques del recinto ibérico. A su vez ese zócalo se apoya sobre un gran derrumbe de adobes petrificados, que procede del recinto principal, y que cayó sobre una habitación (denominada por ahora ‘C’) que está debajo.
Primero se excava el relleno de la conejera, que puede tener material moderno arrastrado por los animales (como cartuchos de caza), y luego vamos retirando unidades estratigráficas (que corresponden a acciones humanas) en orden inverso al que se fueron sucediendo. ¿Qué es un lío? Por supuesto. Bienvenidos a la Arqueología real, en el campo, a 40 grados y con un terreno imposible….
Hoy ha sido un día complejo. Junto con gratas visitas, la habitación que excava Eduardo ha dado su sorpresa del día, en forma de un zócalo de piedra muy elaborado, mientras que Antonio sufría pacientemente descubriendo, poco a poco, el grosor del murallón por su lado occidental. Además, por razones logísticas imprevistas, hoy la hora del bocadillo se ha reducido a una manzana y a un yogur. El equipo en pleno… a dieta sana.
01. Visto desde el este, el interior del recinto recuerda a quienes nos visitan, pelado de vegetación, con sus grandes muros de adobe y sus derrumbes monumentales, el aspecto de una excavación en Oriente, como si estuviéramos en Mesopotamia y las ruinas fueran las de un palacio asirio o una ciudad egipcia… El Cerro de la Merced es para nosotros tan interesante como aquellas ruinas enormes –en las que también Fernando ha excavado- y tan relevante o más, para nuestro pasado, que cualquier resto oriental.
02. Mercedes rebaña su yogur mientras nuestra vieja mascota Ega, a quien muchos añorabais, protege desde las ramas su apreciada bellota, que hoy nos resultaba tentadora…
03. En el basurero que excavan Andrés, Manuel y Rafael bajo la coordinación de Mónica aparece buena cantidad de cerámica in situ.
04. Hoy hemos tenido el placer de contar con la visita de Jose Calvo Poyato, gran escritor y egabrense apasionado, acompañado por Javier Ariza y Jose Luis Osuna, del equipo municipal. Hemos realizado una agradable y completa visita del yacimiento, pese al calor que ya aprieta. Quién sabe, quizá las hipótesis de trabajo –y las especulaciones, que a veces son imprescindibles- que hemos comentado esta mañana podrían servir de inspiración para un apasionante relato de ficción histórica.
05.A última hora de la mañana el sol brilla tan inclemente sobre los adobes del cerro que para fotografiar los restos es necesario emplear a buena parte del equipo que sostiene un toldo improvisado, ya que de lo contrario las imágenes se queman, pese a la eficacia de las modernas cámaras digitales.
06.iEsta es una muestra del aparente caos con el que lidiamos día a día. Una conejera y unas raíces (de derecha a izquierda, en el centro) han roto lo que posiblemente fue un suelo de época tardía (en primer plano), al que corresponde el zócalo tosco que se ve detrás y que reaprovecha viejos bloques del recinto ibérico. A su vez ese zócalo se apoya sobre un gran derrumbe de adobes petrificados, que procede del recinto principal, y que cayó sobre una habitación (denominada por ahora ‘C’) que está debajo.
Primero se excava el relleno de la conejera, que puede tener material moderno arrastrado por los animales (como cartuchos de caza), y luego vamos retirando unidades estratigráficas (que corresponden a acciones humanas) en orden inverso al que se fueron sucediendo. ¿Qué es un lío? Por supuesto. Bienvenidos a la Arqueología real, en el campo, a 40 grados y con un terreno imposible….
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