Foto 1. Abordamos la última semana de la campaña con una jornada de trabajo intenso, en la ambición de despejar dudas y confirmar o desechar las hipótesis iniciales. Tanto en la zona norte como en la sur los avances son espectaculares, obligándonos a reformular algunas de las hipótesis de partida al aparecer nuevas estructuras, algunas totalmente inesperadas. Con este límite temporal, el equipo redobla esfuerzos, con objeto de que estos nuevos hallazgos sean adecuadamente documentados.
Foto 2. En la zona sur han aparecido diversas estructuras que evidencian una ocupación de esta ladera. Su relación con el recinto principal es todavía incierta y suscitan interesantes posibilidades.
Foto 3. Hoy hemos recibido la visita de los agentes de la Guardia Civil del SEPRONA, quienes mantienen una estrecha vigilancia del yacimiento, una labor crucial para la defensa de nuestro patrimonio arqueológico que el equipo agradece enormemente. Antonio les ha explicado los progresos de la excavación. A la derecha de la imagen, nuestro amigo Richard Robinson, periodista británico, ha coincidido con la visita de los agentes.
Foto 4. Algunos materiales hallados en el yacimiento requieren de una limpieza y consolidación para frenar el avance de su deterioro natural. En la foto vemos a la restauradora del equipo, Alicia Monreal, aplicando a un objeto de hierro una limpieza mecánico-manual, con la ayuda de un binocular.
lunes, 23 de septiembre de 2013
sábado, 21 de septiembre de 2013
Día 20 de Septiembre.- Tres cuartas partes
01.- Hoy se cumple la tercera semana de excavación (aunque durante el fin de semana, sobre todo el sábado, seguimos haciendo trabajo de gabinete). Parecen confirmarse muchas de las hipótesis preliminares que planteamos el año pasado, y que fueron apareciendo en el blog. Pero este año han surgido muchas más preguntas que debemos madurar este invierno para volver sobre ellas en el campo el año que viene. Por el momento , y a corto plazo, creemos ahora que el gran conjunto de piedras del ángulo noroeste del recinto interior que publicábamos ayer es el relleno interior, producto del trabajo de cuadrillas laborando ordenadamente en época ibérica, de un potentísimo murallón de 420 cm. de espesor, el doble que en la fachada norte, cuya cara interior se adivinaba ayer y se ha confirmado hoy, como UC 1040. Toda la esquina exterior fue demolida en la antigüedad, complicando más la lectura.
02.- Fernando, Eduardo y Antonio han pasado buena parte de la mañana discutiendo detalles sobre los sectores meridional (donde se ha definido ya claramente el nivel de uso de época ibérica, pero han aparecido nuevos indicios de una reocupación breve inmediatamente posterior a la demolición del recinto principal) y septentrional (donde estamos buscando la intersección interior de la muralla norte y oeste, algo mucho más complicado de lo que en principio pudiera parecer).
03.- Jaime es un excelente voluntario que se incorporó iniciada la campaña, y estamos todos muy contentos con su desempeño. Lavar cerámica por las tardes es tarea tediosa pero fundamental, que esta tarde comparte con Jorge, Tamara y Mónica, que además es responsable junto con Merce de que no se mezcle nada de las distintas bolsas.
04.- Puesto que el otro día Ega tenía dificultades para lavar, hoy le hemos puesto a ‘siglar’, es decir, a identificar y marcar individualmente cada fragmento de cerámica con un código específico que coincide con el de la Base de Datos informáticos donde se almacena la foto y estudio de cada fragmento con forma (borde, base, asa, decoración) del yacimiento. Y son miles…
05.- Hoy hemos recibido la visita de antiguos y queridos amigos, que también colaboran con nosotros en los trabajos del Cerro de la Cruz en Almedinilla: Lola Luna, excelente amiga y gran dibujante además de experimentada arqueóloga, el gran Rafa Carmona, director del Museo de Priego y especialista en mundo medieval, y Paco Bermúdez, avezado espeleólogo que el año pasado topografió la pequeña cueva que hay en la base del cerro. Como a todas las visitas, le hemos explicado los trabajos y discutido diversos problemas en los que pueden aportar ideas interesantes.
06.- Mientras tanto, Luisa y Mónica trabajan en el dibujo del perfil del testigo del sector sur, útil para ‘leer’ la secuencia de derrumbes de la muralla. Dado el tamaño de los bloques, la colocación de las guías de referencia ha sido algo más complicada de lo normal. Dado que el tiempo empieza a acuciar hemos tenido que trabajar parte del tiempo con el sol en contra, lo que no es una buena receta para identificar las manchas de color y los estratos (bueno, en realidad es una pésima idea). Afortunadamente, como hay muchos bloques de piedra, hemos podido dedicar la parte soleada de la mañana a dibujarlos.
07.- En el nivel de uso de época ibérica, al pie de la muralla meridional del recinto interior, han aparecido algunos hierros, entre estos este que es probablemente parte de la embocadura articulada de un bocado de filete para caballo. Alicia lo ha recogido y va a consolidarlo en gabinete, el sábado.
jueves, 19 de septiembre de 2013
Día 19 de Septiembre.- Las cosas se complican…. Como tiene que ser.
01.- Vista desde unos seis metros de altura del sector meridional del yacimiento, que toma día a día un aspecto imponente. No hacen falta más palabras.
02.- Las vistas aéreas, aunque sea desde sólo cuatro o seis metros de altura, ayudan mucho en el trabajo de campo, y desde luego en la publicación, tanto en la investigación como en la publicación. Nadie conoce mejor un yacimiento y las minucias de sus problemas como quien se ha dejado neuronas y nudillos excavándolo, y las buenas fotos son necesarias también en la difusión de resultados, para que otros especialistas puedan evaluarlos y si es necesario discutirlos. En el ángulo noroeste del interior del recinto se ha retirado las Unidades superficiales y aparece una enorme masa de piedras irregulares y compactadas, que no son un producto de derrumbe. Sin embargo, en principio no se disciernen muros claros: de hecho, según la perspectiva hay distintas posibilidades. La vista aérea vertical clarifica las cosas… mucho más que en esta toma oblícua casi a nivel de suelo , que engaña mucho.
03.- Desde más altura, y desde otro ángulo, las cosas toman un cariz muy distinto… En ambos casos se aprecia como la esquina de la muralla ha sido desmontada intencionalmente hasta la primar hilada del gran zócalo ciclópeo, dejando al descubierto, entre otras cosas, el relleno de mampostería y barro del interior de la muralla de dos metros de ancho.
04. Hoy hemos tenido la grata visita de Julian García, cronista de Cabra, acompañado de su mujer, Loli, y de Juan Ruiz, de la Asociación DAEVA de amigos del Museo de Cabra. Nos han contado datos sobre la historia del Cerro de la Merced en los años setenta.
05.- La forma más sencilla y económica de tomar fotos ‘aéreas’ es jugarse la crisma subiendo a una escalera de mano alta y lo menos inestable posible, como hace Fernando en la imagen. Agradecemos mucho al encargado de obras del Ayuntamiento de Cabra, Paco Quero, que nos ceda –y nos lleve al yacimiento- una gran escalera de aluminio cada vez que la necesitamos. Al final del mes nuestro topógrafo, Diego, traerá un drone o UAV (unmanned aerial vehicle), un pequeño helicóptero con cámara, para hacer fotos de mejor perspectiva y a mayor altura.
06.- Parte del equipo –en este caso los que trabajan en el sector norte y oeste con Eduardo- satisfecho al final de la mañana, que empezó con niebla y frío y acabó con un sol radiante. Han hecho hoy, como siempre, un trabajo espléndido, a la vez intenso y cuidadoso.
07.- Lo primero que hacemos por las tardes es lavar la cerámica del día y hacer una clasificación preliminar, antes de pasar a inventario. Ega parece algo desconcertado ante la necesidad de clasificar tan cuidadosamente unas piezas aparentemente sin importancia (en realidad son decisivas para fechar las Unidades estratigráficas y aproximarnos a la actividad económica y a la vida diaria del yacimiento). Ya además, no salen bellotas…
Día 18 de Septiembre.- Por fin fresquito! … un rato.
FOTO 01.- Ya se nota que
cada mañana amanece más tarde. Entre la niebla y la hora temprana, cuando hemos
empezado a trabajar era casi de noche, y hacía incluso frío… Si es que nunca
estamos contentos… aunque por unanimidad preferimos el fresquito de una mañana
así.
FOTO 02.- Estratigrafía en el sector occidental. Las etiquetas
marcan las diferentes Unidades Estratigráficas, que constan de cuatro dígitos.
El primero indica el sector: 1 el interior del recinto principal, 2 el sector
norte al exterior, y luego siguiendo el sentido de las agujas del reloj, los
sectores 3, 4 y 5 (occidental). Con un monitor bien calibrado se apreciarán
perfectamente las distintas capas de tierra, de distintos tono y textura,
ligeramente inclinadas de derecha a izquierda.
FOTO 03.- El recinto
interior desde el suroeste. Se aprecia la magnitud de la muralla, y cómo la
esquina fue intencionadamente desmontada hasta la hilera de base ya en la
antigüedad.
FOTO 04.- Una de las tareas más monótonas y duras, pero
indispensable en una excavación, es la de evacuar la tierra con espuertas y
luego carretillas (de rueda maciza, que las de aire pinchan!). El carretillero
debe además remover la tierra y romper con una palustrilla algún terrón que
pueda quedar, por si acaso se escapara algo. Hemos intentado que Ega trabajara
un rato también en esta labor, pero como veis, y por alguna razón, no ha sido
posible…
FOTO 05.- Hoy hemos recibido la v isita de nuestro técnico en
Seguridad, Miguel A. Ramírez. Eduardo le ha explicado los trabajos con detalle,
y no ha puesto reparo alguno.
FOTO 06.- Hacer fotos de campo tiene su técnica, que puede ser
pesada y lenta. El cielo cubierto de hoy ayudaba mucho a matizar los colores y
a evitar las sombras intensas que a menudo arruinan una foto con los
contrastes. Mónica ayuda con la cartela que indica la posición de uno de los importantes
derrumbes, con piedras casi alineadas, que podrán ayudar a determinar la
probable altura total original de la muralla. El equipo ha limpiado
espléndidamente la tierra entre las piedras para que se aprecie en detalle la
posición de cada bloque.
martes, 17 de septiembre de 2013
Día 17 de Septiembre...
FOTO 01. Hemos comenzado a excavar la segunda mitad del gran muro meridional (la parte suroriental). Se dejó en reserva por si era necesario comprobar alguna hipótesis a partir de la excavación de la mitad sur-occidental, y por razones logísticas. Ahora estamos comprobando que se repite la misma secuencia de derrumbes. Entre ambas partes de la excavación se aprecia un trozo sin excavar, como un pasillo elevado. En Arqueología se denomina ‘testigo,’ y sirve para controlar y dibujar la estratigrafía, y para facilitar el acceso a la parte alta de la muralla y al recinto interior. Eventualmente, cuando esté todo controlado, se retirará también el ‘testigo’.
FOTO 02. Hoy ha amanecido nublado e o incluso con niebla. Se ha agradecido un poco de fresco hasta las doce o así. Pero teniendo en cuenta nuestras experiencias de trepar al cerro en invierno, y la recurrencia de la niebla y nubes bajas, encajonadas desde el vecino (y muchísimo más elevado) cerro de Jarcas, confirman que los iberos (o ibero-romanos) del recinto debían pasar pero que mucho frío y humedad en invierno. Y que la visibilidad desde la altura, ya de por sí limitada en varias direcciones (sobre todo hacia el sureste, este y norte) sería casi nula. En cambio, el Cerro de la Merced es mucho más un hito desde abajo, tanto si se viene desde Cabra como desde Carcabuey. Es probable que lo tengamos que analizar así, más como un hito topográfico y escenográfico visible desde el valle, que como una atalaya para dominar visualmente el territorio. Hay que cambiar 180º el paradigma de análisis, la forma en que ‘leemos’ el cerro mismo desde el punto de vista del paisaje arqueológico.
FOTO 03. En esta foto se aprecia, a la izquierda, el molino (o mejor dicho, la parte inferior fija del molino circular) que descubrimos ayer lunes, y a la derecha, el hueco de donde salió, justo al pie de la muralla. En principio, es sumamente improbable que formara parte del muro, como pieza reutilizada, ya que no corresponde al gran zócalo ciclópeo, y tampoco es probable que formara parte del paramento superior de sillarejo, bastante regular. Tampoco está in situ, como si hubiera estado en el espacio entre el recinto interior y el exterior, todavía no excavado: estaba hincado boca abajo, falta el catillus o parte superior móvil del molino, y tampoco ha aparecido la plataforma donde habría sido asentado. De modo que dado su peso y volumen, parece como si hubiera sido arrojado desde el interior del recinto, aunque también pudo haber estado instalado en el exterior, y haber sido desplazado unos metros desde su posición original. EN tal caso, debiera aparecer el catillus y la plataforma en algún punto cercano de la zona que ahora excavamos. En todo caso, y junto con la presencia de pesas de telar, fusayolas (empleadas para el hilado), y otros elementos domésticos, parece cada vez más claro que, sea cual fuere su función primordial, el recinto del Cerro de la Merced nunca fue una ‘torre’ exclusivamente militar.
FOTO 04. El pequeño sondeo controlado por Luisa en la base del muro occidental ha confirmado que estamos en la base de la muralla, que la cimentación es nula y que el muro ciclópeo se asienta sobre pequeñas piedras, encajadas y debajo, en medio de un contexto de tierra negra muy distinta del nivel de uso ibérico. El panorama confirma plenamente la secuencia y técnica de construcción que el año pasado documentamos para la base de la cara norte del recinto.
FOTO 05. Una de las tareas más frecuentes en el campo es barrer, una y otra vez, desde la superficie de una baldosa hasta grandes extensiones de terreno, la cima entera del cerro incluso. Eso permite despejar el campo operatorio, ver las manchas de color del terreno que denuncian muros, agujeros, fosas, etc., antes de excavarlas, y permiten que no se mezclen las Unidades Estratigráficas. Es un requisito constante del trabajo de capo. Aquí Ega las está pasando canutas para barrer el sector que le ha sido
FOTO 02. Hoy ha amanecido nublado e o incluso con niebla. Se ha agradecido un poco de fresco hasta las doce o así. Pero teniendo en cuenta nuestras experiencias de trepar al cerro en invierno, y la recurrencia de la niebla y nubes bajas, encajonadas desde el vecino (y muchísimo más elevado) cerro de Jarcas, confirman que los iberos (o ibero-romanos) del recinto debían pasar pero que mucho frío y humedad en invierno. Y que la visibilidad desde la altura, ya de por sí limitada en varias direcciones (sobre todo hacia el sureste, este y norte) sería casi nula. En cambio, el Cerro de la Merced es mucho más un hito desde abajo, tanto si se viene desde Cabra como desde Carcabuey. Es probable que lo tengamos que analizar así, más como un hito topográfico y escenográfico visible desde el valle, que como una atalaya para dominar visualmente el territorio. Hay que cambiar 180º el paradigma de análisis, la forma en que ‘leemos’ el cerro mismo desde el punto de vista del paisaje arqueológico.
FOTO 03. En esta foto se aprecia, a la izquierda, el molino (o mejor dicho, la parte inferior fija del molino circular) que descubrimos ayer lunes, y a la derecha, el hueco de donde salió, justo al pie de la muralla. En principio, es sumamente improbable que formara parte del muro, como pieza reutilizada, ya que no corresponde al gran zócalo ciclópeo, y tampoco es probable que formara parte del paramento superior de sillarejo, bastante regular. Tampoco está in situ, como si hubiera estado en el espacio entre el recinto interior y el exterior, todavía no excavado: estaba hincado boca abajo, falta el catillus o parte superior móvil del molino, y tampoco ha aparecido la plataforma donde habría sido asentado. De modo que dado su peso y volumen, parece como si hubiera sido arrojado desde el interior del recinto, aunque también pudo haber estado instalado en el exterior, y haber sido desplazado unos metros desde su posición original. EN tal caso, debiera aparecer el catillus y la plataforma en algún punto cercano de la zona que ahora excavamos. En todo caso, y junto con la presencia de pesas de telar, fusayolas (empleadas para el hilado), y otros elementos domésticos, parece cada vez más claro que, sea cual fuere su función primordial, el recinto del Cerro de la Merced nunca fue una ‘torre’ exclusivamente militar.
FOTO 04. El pequeño sondeo controlado por Luisa en la base del muro occidental ha confirmado que estamos en la base de la muralla, que la cimentación es nula y que el muro ciclópeo se asienta sobre pequeñas piedras, encajadas y debajo, en medio de un contexto de tierra negra muy distinta del nivel de uso ibérico. El panorama confirma plenamente la secuencia y técnica de construcción que el año pasado documentamos para la base de la cara norte del recinto.
FOTO 05. Una de las tareas más frecuentes en el campo es barrer, una y otra vez, desde la superficie de una baldosa hasta grandes extensiones de terreno, la cima entera del cerro incluso. Eso permite despejar el campo operatorio, ver las manchas de color del terreno que denuncian muros, agujeros, fosas, etc., antes de excavarlas, y permiten que no se mezclen las Unidades Estratigráficas. Es un requisito constante del trabajo de capo. Aquí Ega las está pasando canutas para barrer el sector que le ha sido
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lunes, 16 de septiembre de 2013
Día 16 de Septiembre
Foto 1. Comenzamos la tercera semana de la excavación enfrentándonos a la furia de Sol Invicto, que nos azota con uno de los mayores picos de calor de este mes. Abrimos un sondeo en el lado occidental con objeto de documentar el sistema de cimentación del muro ibérico y comprobar la presencia o ausencia de niveles de ocupación anteriores. La dificultad de este empeño exige que se utilicen herramientas pequeñas y mucha paciencia, en un proceso de “cirujía arqueológica” que Luisa y Jorge (en la foto) han cumplido a la perfección.
Foto 2. Hoy hemos recibido la visita de dos agentes del cuerpo de la Policía Autonómica, cuyo interés y estrecho control del yacimiento agradecemos sinceramente. Antonio les ha explicado los avances de la presente campaña.
Foto 3. En la zona sur (4) del yacimiento, donde la excavación avanza a gran velocidad, se va descubriendo un gran lienzo de muro ibérico bajo un gran derrumbe de piedras. La sorpresa, en el día de hoy, ha sido al voltear una de esas piedras y descubrir que se trataba de una pieza de un gran molino de época ibérica, más concretamente de una meta o elemento pasivo. Se empleaba para la molienda de cereales y otras semillas, y cuenta con paralelos en yacimientos tanto cercanos (Priego, Almedinilla), como lejanos (Calafell, Cataluña), siempre de época ibérica. Este tipo de molino será copiado -casi plagiado- por los romanos, que fabricarán un modelo similar. En la foto, el equipo que ha descubierto el molino, posa con muy merecido orgullo frente a la pieza.
Foto 4. Una de las tareas que se realizan en el taller es el lavado del material hallado a lo largo del día (en su gran mayoría cerámica). En la imagen vemos a Ega esforzado en esta tarea con un fragmento de cerámica.
Foto 2. Hoy hemos recibido la visita de dos agentes del cuerpo de la Policía Autonómica, cuyo interés y estrecho control del yacimiento agradecemos sinceramente. Antonio les ha explicado los avances de la presente campaña.
Foto 3. En la zona sur (4) del yacimiento, donde la excavación avanza a gran velocidad, se va descubriendo un gran lienzo de muro ibérico bajo un gran derrumbe de piedras. La sorpresa, en el día de hoy, ha sido al voltear una de esas piedras y descubrir que se trataba de una pieza de un gran molino de época ibérica, más concretamente de una meta o elemento pasivo. Se empleaba para la molienda de cereales y otras semillas, y cuenta con paralelos en yacimientos tanto cercanos (Priego, Almedinilla), como lejanos (Calafell, Cataluña), siempre de época ibérica. Este tipo de molino será copiado -casi plagiado- por los romanos, que fabricarán un modelo similar. En la foto, el equipo que ha descubierto el molino, posa con muy merecido orgullo frente a la pieza.
Foto 4. Una de las tareas que se realizan en el taller es el lavado del material hallado a lo largo del día (en su gran mayoría cerámica). En la imagen vemos a Ega esforzado en esta tarea con un fragmento de cerámica.
viernes, 13 de septiembre de 2013
Día 13 de Septiembre
FOTO 01.- Ega colabora en la topografía del yacimiento. El aparato es un nivel óptico, uno de los instrumentos más clásicos y más sencillos en topografía. Básicamente permite establecer un plano horizontal perfecto y, a través del visor, obtener a partir de la lectura de una mira (una gran regla colocada verticalmente por un ayudante sobre el punto deseado) la profundidad de ese punto bajo dicho plano virtual establecido en la retícula del aparato.
En la primera medición, se pone la mira sobre un punto de referencia (o ‘base’) establecido previamente en el que por otros medios (GPS) se ha calculado la cota sobre el nivel del mar. De ese modo, ya sabemos la altura sobre el nivel del mar (o ‘cota’) a la que está situado nuestro aparato. Ahora es muy sencillo desplazar nuestra ‘regla’ o mira por los puntos del yacimiento cuya cota deseemos calcular y, mediante una sencilla resta, saber la cota de cada hallazgo o punto del yacimiento que nos interese. Eso es muy importante para luego saber la profundidad a la que se ha encontrado cada objeto importante, si las cimentaciones de los muros de una fase están a la misma altura en varios puntos del yacimiento, etc.
FOTO 02.- En el sector sur hemos retirado con gran esfuerzo todo el derrumbe de grandes bloques de sillarejo (y de sillares reutilizados). Ahora queda visible el ‘negativo’ del impacto de cada bloque sobre el suelo de uso de época ibérica, en el que ha aparecido ya un pomo o ungüentario pequeño y bastantes huesos, un posible basurero como el que apareció el año pasado bajo el muro norte.
FOTO 03.- Nos ha visitado hoy el Dr. Rafael Martínez, acompañado por Lola y su perrita Pancha. Rafa es especialista en Arqueozoología, esto es, en el estudio de los huesos de animales antiguos (y muchas más cosas relacionadas con la biología animal), y está a cargo de dicho estudio en nuestra excavación. Aquí le vemos examinando un hueso in situ al pie del muro UC 1004 (su rápida identificación de las especies ha causado cierto asombro en los miembros del equipo menos familiarizados con esta faceta de la Arqueología).
FOTO 04.- El Dr. Eduardo Kavanagh es uno de los miembros más veteranos del equipo, y un excelente compañero de probada paciencia y rigor en el trabajo. Aquí le vemos, a pleno sol, consultando las fichas de Unidades Estratigráficas mientras lucha para ponerse moreno en lugar de abrasarse bajo el sol egabrense. Este último es un intento en el que, dados sus orígenes nórdicos, tiene –nos tememos- menos éxito que en su excelente trabajo científico.
FOTO 05.- Seguimos de cumpleaños. En este caso, es el cumple de Antonio Moreno, subdirector y encargado del otro sector de la excavación. Le hemos ofrecido un bizcocho con una vela estimativa del número de años cumplidos, que corta para repartir con la inseparable navaja multiusos de Fernando. Por supuesto, Ega ha querido participar de la pequeña fiesta.
FOTO 06.- Alicia se ha encargado de reforzar la sustentación del muro que hemos acabado de excavar, y, por precaución, ha numerado cada bloque sobre una capa de Paraloid (para hacer reversible la aplicación de pintura). Ese mismo número se ha anotado sobre los dibujos de ambas caras del alzado del muro. De esta forma, si durante las lluvias del invierno llegara a ceder, o si decidimos desmontarlo y volver a reconstruirlo en posición vertical, podremos colocar cada piedra exactamente en su posición original.
En la primera medición, se pone la mira sobre un punto de referencia (o ‘base’) establecido previamente en el que por otros medios (GPS) se ha calculado la cota sobre el nivel del mar. De ese modo, ya sabemos la altura sobre el nivel del mar (o ‘cota’) a la que está situado nuestro aparato. Ahora es muy sencillo desplazar nuestra ‘regla’ o mira por los puntos del yacimiento cuya cota deseemos calcular y, mediante una sencilla resta, saber la cota de cada hallazgo o punto del yacimiento que nos interese. Eso es muy importante para luego saber la profundidad a la que se ha encontrado cada objeto importante, si las cimentaciones de los muros de una fase están a la misma altura en varios puntos del yacimiento, etc.
FOTO 02.- En el sector sur hemos retirado con gran esfuerzo todo el derrumbe de grandes bloques de sillarejo (y de sillares reutilizados). Ahora queda visible el ‘negativo’ del impacto de cada bloque sobre el suelo de uso de época ibérica, en el que ha aparecido ya un pomo o ungüentario pequeño y bastantes huesos, un posible basurero como el que apareció el año pasado bajo el muro norte.
FOTO 03.- Nos ha visitado hoy el Dr. Rafael Martínez, acompañado por Lola y su perrita Pancha. Rafa es especialista en Arqueozoología, esto es, en el estudio de los huesos de animales antiguos (y muchas más cosas relacionadas con la biología animal), y está a cargo de dicho estudio en nuestra excavación. Aquí le vemos examinando un hueso in situ al pie del muro UC 1004 (su rápida identificación de las especies ha causado cierto asombro en los miembros del equipo menos familiarizados con esta faceta de la Arqueología).
FOTO 04.- El Dr. Eduardo Kavanagh es uno de los miembros más veteranos del equipo, y un excelente compañero de probada paciencia y rigor en el trabajo. Aquí le vemos, a pleno sol, consultando las fichas de Unidades Estratigráficas mientras lucha para ponerse moreno en lugar de abrasarse bajo el sol egabrense. Este último es un intento en el que, dados sus orígenes nórdicos, tiene –nos tememos- menos éxito que en su excelente trabajo científico.
FOTO 05.- Seguimos de cumpleaños. En este caso, es el cumple de Antonio Moreno, subdirector y encargado del otro sector de la excavación. Le hemos ofrecido un bizcocho con una vela estimativa del número de años cumplidos, que corta para repartir con la inseparable navaja multiusos de Fernando. Por supuesto, Ega ha querido participar de la pequeña fiesta.
FOTO 06.- Alicia se ha encargado de reforzar la sustentación del muro que hemos acabado de excavar, y, por precaución, ha numerado cada bloque sobre una capa de Paraloid (para hacer reversible la aplicación de pintura). Ese mismo número se ha anotado sobre los dibujos de ambas caras del alzado del muro. De esta forma, si durante las lluvias del invierno llegara a ceder, o si decidimos desmontarlo y volver a reconstruirlo en posición vertical, podremos colocar cada piedra exactamente en su posición original.
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