martes, 18 de septiembre de 2012

Martes 18 Septiembre 2012: Una visión arqueológica desde Cabra



Hoy ha sido un día peculiar. A media mañana nos ha sorprendido una tormenta de arena, ha dificultado el barrido del Sector 2, pero hemos conseguido vencer este ligero contratiempo. El equipo de Antonio ha continuado limpiando el nivel de piedras adosado al gran muro norte y hemos identificado un nuevo estrato que nos ha llevado casi toda la mañana para limpiarlo y fotografiarlo. Además se ha delimitado un pequeño sondeo de un 2m2 para ver la profundidad del muro y con la intención de conocer con mayor claridad los diferentes estratos que aparecen en el sector.


Foto 1: Antonio y Eduardo formulan hipótesis sobre los estratos que van apareciendo en el Sector 2.

En el Sector 5, la tarea de hoy ha consistido en limpieza general encontrando un posible nivel de uso al sur de la zona 5 y al oeste del muro ciclópeo.


Foto 2: Luisa, ‘Bobis’, Lucía y Paco, en plena labor de limpieza.

Durante la mañana, hemos recibido la visita de Alejandro Ibáñez Castro (Inspector de la Delegación provincial de Cultura) acompañado de dos agentes del cuerpo de la policía autonómica para incluir este yacimiento en su ruta de control.

El grupo egabrense (Laura, Tamara y Antonia), aprovechamos el día de hoy para agradecer que nos hayan permitido colaborar en esta campaña de excavación y aportar nuestro granito de arena. En cuanto al trabajo que estamos realizando podemos destacar que estamos aprendiendo mucho tanto en lo referido al trabajo de campo (tomamos cotas, colocamos jalones para realizar fotografías etc.), como al de gabinete (lavado, siglado y dibujo de piezas).

Orgullosas de participar en este blog, decir que una de las tareas más duras que tiene la arqueología es terminar de romper la barrera y abrirse a la sociedad, y que mejor forma que a través de las nuevas tecnologías. Convencidas de que es ahora en esta situación de `crisis´ en la que nos encontramos el mejor momento para reflexionar y buscar nuevos modelos de actuación para una buena gestión del patrimonio arqueológico.


Foto 3: Grupo del Sector 2, de izquierda a derecha, Mercedes, Antonia, Antonio Moreno y Laura.
Queremos concluir agradeciendo a todo el equipo que hace que cada día aprendamos algo nuevo e incrementos nuestra ilusión por desarrollar nuestra futura profesión en el apasionante mundo de la arqueología.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Lunes, 17 de septiembre de 2012. COMO LOS RELOJES


           Para que una excavación arqueológica se desarrolle de una manera eficaz, todos los aspectos -incluso el más mínimo- tienen que funcionar a la perfección, como si de un engranaje se tratara. En un reloj, si una aguja o tornillo falla, el reloj se atasca y se para, convirtiéndolo en un objeto inútil hasta su arreglo. Algo parecido pasa con el trabajo arqueológico: todos formamos un equipo y si alguien falta el sistema se puede colapsar. Hoy sólo hemos podido subir al cerro una parte reducida de la plantilla (casi la mitad); ya que una parte fundamental del equipo ha sido diana de una infección de garganta, y ¡que no cunda el pánico!, ya se están recuperando; los calditos y lentejas a 34 grados de calor a temperatura ambiente y dormir con la mantita de lana tienen su efecto positivo, para los enfermos y para la resistencia. Esta situación tan repentina nos ha obligado al resto a adquirir las responsabilidades de los que no han podido acompañarnos hoy, no sólo al subir los trastos cerro arriba si no al desarrollo de los trabajos.
En el Sector 2, el equipo de Antonio -Antonia y Laura- ha localizado un estrato de colmatación con una gran potencia, caracterizado por lascas de caliza. En el Sector 5, Paco y Bobis a primera hora han retirado una enorme montaña de piedras de derrumbe para poder continuar las excavaciones al pie del gran muro ciclópeo al Este del yacimiento. Mientras, Luisa y Tamara limpiaban el espacio a los pies de este muro. Más tarde, se han unido al trabajo Antonio, Rafael y Juan.
Hoy que escribimos nosotras el blog- Lucía, Luisa, Mercedes y Mónica- queremos dedicar parte de nuestra entrada para agradecer a todas aquellas personas que están haciendo nuestra estancia en Cabra inolvidable. Alejandro, Paco, Antonio, Juanjo, “Bobis” y Rafael son sin lugar a dudas personas que no olvidaremos porque han demostrado su generosidad y amabilidad con nosotras;
En cuanto a las voluntarias egabrenses -Tamara, Antonia y Laura- nos han tratado desde el primer día como si nos conocieran de toda una vida, en todo momento dispuestas a ayudarnos, con ellas compartimos muchos momentos divertidos tanto en el campo como en el gabinete, donde compartimos inquietudes arqueológicas, planes de futuro y  “cotilleos”. Cada una de ellas aporta con su carácter algo diferente en nuestro día a día.
No podemos dejar de mencionar a Antonio, Eduardo y Fernando. Los dos primeros, siempre dispuestos a valorar todas nuestras opiniones (porque la arqueologia no es un trabajo individual sino de equipo), y siempre con buen humor, animándonos en las horas más calurosas y al final de un duro día de trabajo. Y por último nuestro agradecimiento a Fernando, quien ademas de inculcarnos la precisión que requiere el desarrollo de nuestra disciplina, también se preocupa por dedicarnos tiempo  a cada uno  para enseñarnos; lo que siempre recordaremos con cariño.


FOTO 1. Paco y Bobis retiran las piedras del derrumbe al Este del yacimiento

FOTO 2. Luisa y Tamara limpiando el espacio a los pies del gran muro

FOTO 3: Antonia y Laura en el Sector 2, colocan los jalones y la pizarra para la fotografía bajo las indicaciones de Antonio.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Viernes 14 de Septiembre: velas, huesos y sangre.


Trabajo de titanes. Hoy el grueso del equipo se ha concentrado en la zona 5, al pie del muro oeste de la fortaleza ibérica, en la ambición de retirar el derrumbe de inmensas piedras (por lo mismo llamadas ciclópeas) que un tiempo se sostuvieron orgullosas para dominar el valle. Nuestros cíclopes modernos Julián, Paco, los dos  Antonios, Juanjo, “Bobis”, Mónica y Luisa, bajo la supervisión de quien escribe (Eduardo), han despejado gran parte del derrumbe, confirmando de paso que se conserva al menos una hilada completa de uno a otro extremo de dicho muro, y en algunos puntos hasta tres hiladas de piedras, todas ellas de un tamaño colosal, obra sin duda propia de cíclopes.
A media mañana hemos recibido la visita de Paco, espeleólogo, Rafa Carmona, experto medievalista y director del museo de Priego de Córdoba, y Lola Luna, arqueóloga también prieguense quien ha colaborado con nosotros en el Cerro de la Cruz, quienes han podido consultar la cerámica medieval más representativa excavada hasta el momento.
Poco después, durante la pausa “del bocadillo”, que hacemos cada mañana, ha habido una colorida novedad. Entre los miembros del equipo se había “filtrado” la noticia de que ese día Antonio Moreno cumplía años. En un momento dado, y aprovechando el desconcierto de la parada del trabajo, Fernando ha aparecido con una tarta sobre la que había dos grandes velas en las que se podía leer la cifra “18”, edad aproximada de Antonio según nuestra estimación no del todo rigurosa.
Cerca ya del final de la mañana recibimos la visita de Lola, arqueóloga, y Rafa Martínez, experto en análisis óseos de fauna animal. Gracias a su versada mirada, hemos podido identificar preliminarmente algunos de los huesos hallados en los niveles ibéricos del yacimiento.
El final del día, sin embargo, ha sido bastante tortuoso. Durante el descenso del cerro, Rafa Martínez nos hablaba de cerámica de la Edad del Bronce. La concentración que exigía el tema iba en detrimento de su atención al camino, y quizá por eso ha resbalado en la pendiente y se ha hecho un corte importante en una mano. Nada que temer, el botiquín que traemos cada día al yacimiento contaba con todos los medios para atajar la hemorragia y proveer de los primeros auxilios. Un par de cervezas en el hotel han complementado el tratamiento de la herida, de la que esperamos se recupere rápidamente.

Foto 1. Eduardo concentrado sobre el perfil de la zona 5.
Foto 2. Paco, Rafa Carmona y Lola Luna atienden a las explicaciones de Fernando. A la derecha Laura, Antonia y Juanjo.
Foto 3. Antonio recibe, algo aturdido por la sorpresa, la tarta de cumpleaños.
 Foto 4. Rafa Martínez analiza los restos óseos hallados en excavación.

jueves, 13 de septiembre de 2012

13 de Septiembre: Topografía de precisión.


Hoy ha sido un día movidito. Además de jugarnos el tipo haciendo fotos (ya os lo contaremos otro día) hemos avanzado bastante en las dos zonas de excavación. En la Zona 2 parece que nos aproximamos a la base del gran muro norte, y en ese contexto hemos encontrado el pie de una fíbula de bronce de pie vuelto, que hemos de limpiar. En la zona 2 el muro exterior al recinto parece confirmar una entidad notable con al menos dos hiladas visibles. Se adosa al muro oeste, no se traba con él, y su fecha medieval es probable.
Pero lo más relevante del día ha sido el levantamiento topográfico, tomando miles de puntos con la más avanzada tecnología, de la cima del cerro, la zona interior del recinto.
Hasta ahora nos hemos reprimido, pero hay que decirlo. El Cerro de la Merced es cónico, y desde lejos parecería a veces un volcán… pues bien, su cima aún lo parece aún más por el cráter generado por excavaciones clandestinas que horada su cima, y que ha dañado, quizá irremediablemente, la parte más interesante del yacimiento, aunque hay zonas que están intactas en apariencia.  Con la cima cubierta de vegetación densa, el daño parecía marginal, pero al deforestar se aprecia en toda su extensión. Es una verdadera pena. Ya volveremos sobre ello, porque hay al menos dos fases en las excavaciones clandestinas, la primera quizá muy antigua.
En todo caso, para poder abordar la excavación del interior hemos tenido primero que realizar una topografía muy detallada, con curvas de nivel cada 20 cm. o menos,  que documente cada hoyo, traza de zanja, topera e irregularidad de la cima dañada por excavadores irresponsables. Solo después de asegurarnos ese plano muy  detallado podremos empezar a excavar dentro del recinto principal, para ubicar lo que quede intacto en el contexto de lo destruido.

 Foto 1. Vista aérea de la zona 2, donde se aprecia el cascajo que rellena irregularidades de la roca al pie del muro. En ese punto ha aparecido material exclusivamente ibérico tardío.

 Foto 2. La imagen heroica del día, tomada por Eduardo. Parecería una de esos iconos del viejo realismo socialista, una ‘Oda al trabajo liberador ‘. 

 Foto 3. Vista elevada del sector sur del recinto principal. El volumen de tierra a extraer aquí es tal que habrá de esperar a la siguiente campaña de excavación, pero el resultado promete ser espectacular.


Foto 4. De derecha a izquierda, Mercedes (arqueóloga y topógrafa), Laura y Antonia en la zona 2. Todavía tienen buen humor pese al calor que hace.

Foto 5.  Diego, nuestro topógrafo, ha pasado toda la mañana realizando una detallada planimetría de la cima del cerro, dañada por masivas excavaciones de clandestinos. Utiliza herramientas que quienes estudiamos en los años ochenta miramos con envidia. Las nuevas tecnologías son ahora absolutamente indispensables en el trabajo arqueológico.